lunes, 18 de agosto de 2014

Arqueólogos hallan dos ciudades mayas perdidas en plena jungla9

En un sorprendente hallazgo en las selvas de México, arqueólogos han descubierto dos antiguas ciudades mayas, incluyendo las ruinas de una pirámide, restos de un palacio, una puerta con una boca monstruosa, un campo de pelota (tlatchtli), altares, y otros monumentos de piedra. Se sabía de la existencia de una de las ciudades encontradas hace décadas pero todos los intentos por relocalizarla habían sido infructuosos hasta ahora. 


En cambio, la otra ciudad revelada por la misma expedición es completamente desconocida y constituye un nuevo hallazgo arqueológico que sin dudas arrojará más luz sobre la ancestral civilización maya. El líder de la expedición, Ivan Sprajc, del Centro de Investigación de la Academia de Ciencias y Artes de Eslovenia, explicó que la proeza se logró gracias a la ayuda de fotografías aéreas de la selva tropical del centro de Yucatán en el estado de Campeche, México. 

Los restos de un templo piramidal en la ancestral ciudad maya de Lagunita. Crédito: Ivan SprajcSe notaron algunas anomalías entre la espesa vegetación y se envió un equipo a investigarlas. Los arqueólogos quedaron perplejos al descubrir una ciudad entera que se extiende por cerca de 3,000 metros cuadrados, entre las regiones de Rio Bec y Los Chenes, que están caracterizadas por una arquitectura clásica que data entre 600 y el 1000 d.C. Originalmente, esta ciudad había sido descubierta por el arqueólogo estadounidense Eric Von Euw en la década de los 1970′s, quien la bautizó con el nombre de Lagunita y dejó archivos y dibujos de las ruinas sin precisar su locación. Esto llevó a que los intentos posteriores por localizarla fueran fallidos. Uno de los monumentos más impresionantes de la ciudad maya es una enorme puerta de entrada con una boca monstruosa grabada (ver primera imagen de esta noticia), la cual representa una deidad maya de la fertilidad.

Inscripción con la fecha 29 de noviembre del 711 d.C. Crédito: Ivan Sprajc.
 «Estos portales simbolizan la entrada a la cueva y, en general, a un mundo acuoso, lugar del mitológico origen del maíz y morada de los ancestros», cuenta Sprajc. Los restos de un templo piramidal en la ancestral ciudad maya de Lagunita. Crédito: Ivan Sprajc. Más allá de la entrada, Sprajc y su equipo se toparon con un gran templo piramidal de 20 metros de altura, como así también con las ruinas del complejo de un palacio concertadas alrededor de cuatro grandes plazas. 

En las cercanías hallaron numerosas esculturas de piedra y altares, todos grabados con inscripciones y relieves bien conservados. Una de las inscripciones ha sido analizada por el epigrafista Octavio Esparza Olguin de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien reveló que en los jeroglíficos se haya registrada la fecha del 29 de noviembre del año 711 d.C. y se menciona a un «Señor del 4 k’atuns» (un k’atun es un periodo de 20 años).

 Lamentablemente, la sección del texto en donde se expresa el nombre de este gobernante, no tiene la suficiente claridad como para ser leída. Inscripción con la fecha 29 de noviembre del 711 d.C. Crédito: Ivan Sprajc. 

Pero aún más asombroso que el redescubrimiento de Lagunita, es el hecho que la expedición también encontrara, no muy lejos, otro grupo de ruinas antiguas. 

Estas ruinas comidas por la selva engloba a una pirámide, un altar, y una extensa acrópolis flanqueada por tres templos.

Estructura de piedra en la ciudad previamente desconocida y ahora llamada Tamchen. Crédito: Ivan Sprajc. Estas estructuras parecen conformar otra ciudad maya, la cual ha sido nombrada Tamchen (pozo profundo), por el hecho de haber hallado más de treinta chultans, profundas cámaras subterráneas utilizadas para recolectar agua de lluvia. A pesar que en teoría las dos ciudades habrían existido en el mismo tiempo, al menos por un lapso de su existencia, hay evidencia que la última, Tamchen, pudo haber sido construida antes que Lagunita, con algunas de sus estructuras enlazadas directamente al periodo Pre-Clásico (300 a.C. – 250 d.C.). 

Estructura de piedra en la ciudad previamente desconocida y ahora llamada Tamchen. Crédito: Ivan Sprajc. Sprajc explicó que ambas ciudades «formularán nuevas preguntas acerca de la diversidad de la cultura de esta civilización, el papel de esa gran área de tierras bajas sin explorar en la historia maya, y su relación con otras polis». Publicado el 16 de agosto de 20149 comentarios Etiquetas: ciudades perdidas , lagunita

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