lunes, 9 de marzo de 2015

Esto No Va Bien

telebasura0
Las noticias no informan contaminan el alma, la mente, y el cuerpo de quienes las vemos…
Un día me senté en mi sofá como cada tarde-noche, y observé, simplemente presté atención, lo que ví a mi alrededor no me gustó nada en absoluto. Observé que vivo en un mundo en el que, mire a donde se mire el día a día, sólo se ve publicidad por todas partes intentando vendernos lo que no necesitamos, rodeados por todos los flancos de mensajes que nos dicen cómo tenemos que vestirnos, qué comer. Cómo sentirnos, qué pensar, a que grupo o etnia pertenecer, o si debemos dejar de pertenecer a un grupo alguno.
Todos son instrucciones, mensajes directos o subliminales, música enlatada de mal gusto y peor mensaje. Porque ya no hay poesía, ni arte, ni educación la lírica imperante es la de los números, las estadísticas y estudios de mercado.
Me percaté de que vivo en un mundo donde ya no siquiera todo se compra y se vende. Peor aún, ni tan siquiera podemos comprar. El dinero escasea, el gobierno nos roba a través de impuestos, embargos, tasas, sanciones administrativas, multas, recursos… la corrupción de los políticos se gasta en lujos, putas, fiestas y otros conceptos de “representación” lo que los niños en los colegios no pueden disfrutar para su presente, para su futuro.
Observé que ya no se puede ver la televisión sin tragarse toneladas de basura, demencia, violencia, sexo, y destrucción.
Las noticias no informan, contaminan el alma, la mente y el cuerpo de quienes las vemos a la hora de las comidas. Internet (una herramienta pensada para acercarnos, cultivarnos, liberar la formación y la información, la cultura y el arte) , abundan los fraudes, las noticias falsas, la mentira y la desinformación.
He observado de cómo vive la gente (si es que a eso se le puede llamar “vida”) en la que los bancos quebrados pero que mantienen la postura de vencedores han quitado su hogar, bancos que invierten lo que no tienen en anuncios para convencer al siguiente descerebrado para que deposite su dinero en ellos, para que les confíe la nómina, el salario, la pensión y la vejez.
Esa misma que se encargarán de robarle con comisiones, porcentajes, tarjetas de crédito, y no sé cuantas otras invenciones más (ingeniería financiera la llaman) para que noi tenga mañana o mejor dicho; para que su futuro esté embargado como su casa, su coche, su vida entera.
Escuché por radio, prensa, internet, televisión (por todas partes) declaraciones de impostores, actores, disfrazados de políticos y gobernantes diciéndonos que todo va bien que ya estamos saliendo de una crisis, que ellos mismos han creado, que la pobreza remite, que las oportunidades aumentan, y que el empleo va mejorando.
Hoy, ayer, y el día anterior; he estado escuchando mentiras narcotizantes que aún sirven para anestesiar a toda la ciudadanía, para que no te levantes, para que no piensen, para que no sientan ese terror que, por otro lado en otros canales, en otros ,medios ellos mismos se encargan de inocular.
Pese a ver visto todo eso, no he perdido la esperanza sigo pensando (quizás estúpido de mi) que la decencia, la verdad, la justicia, la igualdad, los derechos, la paz y la libertad; deberán triunfar finalmente. Que podremos vivir como seres humanos, y no como animales de corral a las que unos pocos alimentan y sacrifican según la última tendencia imperante en Wall Street.
Sigo pensando que el joven que estudia en la habitación de su casa, tendrá un trabajo digno, y dignamente pagado con el que realizar sus sueños. Que la mujer que se esfuerza a diario trabajando como comercial vendiendo seguros puerta a puerta, tendrá su recompensa.
Que el trabajador de 60 años podrá jubilarse, porque lleva desde los catorce años esforzándose, y está agotado-a que tendrá una sanidad digna, feliz, y con salud. Que vivirá para ver como sus hijos y nietos crecen seguros, tranquilos, autorrealizados y felices. Sigo pensando que se puede, que un cambio individual y social es posible, así como más necesario e imperativo que nunca.
Miro a mi alrededor y no me gusta lo que veo. De modo que, seas quien seas, y estés donde estés; te llames como te llames te escribo a ti: Buda, Jesús, Alá, Yavé, Padre, Madre, como prefieras, necesitamos ayuda urgente. Todos estamos sufriendo y no nos lo merecemos no todos, pero al menos échanos un cable porque esto no anda muy bien, y lo que es dramático vamos a peor…
*Félix Román Negrín Rodríguez, Corresponsal y Contertulio en la Voz de Rusia en Canarias

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