Por Miguel Jara
El Gobierno de Inglaterra va a permitir a las farmacias no sólo vender vacunas sino administrarlas. En principio se ha pensado para la vacuna de la gripe y lo que se pretende es “mejorar la tasa de vacunación”. ¿Por qué? Porque es una vacuna que ha perdido credibilidad por su falta de eficacia y sus fallos de seguridad.
Un excelente trabajo publicado en Gaceta Sanitaria (la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) pone en duda la efectividad de la vacuna. Si durante la campaña de vacunación contra la gripe 2011-2012 aumentó la mortalidad por gripe en ancianos en España ¿qué papel jugó la vacuna en la prevención de esos fallecimientos?
Leed las conclusiones del análisis científico:
Uno de los principales incrementos significativos de la mortalidad acontecidos en España en los inviernos de los últimos anos, en mayores de 64 anos, fue detectado por los sistemas de monitorización de mortalidad español y europeo en la temporada 2011-2012, coincidiendo en el tiempo con una tardía temporada gripal, con predominio de virus A (H3N2) y una ola de bajas temperaturas. Este estudio muestra que la gripe pudo ser uno de los principales factores contribuyentes al exceso de mortalidad observado en el invierno de 2012 en Espana”.
Desde luego es como para plantearse la utilidad de la vacuna, tan extendido su uso precisamente en esa franja de edad. En la misma línea que los especialistas españoles se manifiestan otros trabajos. En el invierno de 2011-2012 se produjo un exceso de mortalidad por gripe en ancianos en doce países europeos. ¿Para qué sirve la vacuna entonces?
Y otro trabajo de la misma fuente oficial que refuerza el discurso crítico con la inmunización contra la gripe.
Se nos ha insistido año tras año en la necesidad de vacunar contra la gripe cada otoño. Aparentemente, por las mutaciones del virus. Pero en la temporada 2011-2012 se recomienda exactamente la misma composición de la vacuna previa de 2010-2011, y sin embargo se insiste en la necesidad de vacunar. Ahora, la inmunidad de la vacuna dura un año. Es una vacuna “terminator”, como las semillas estériles que hay que comprar en cada temporada”.
Existen pues argumentos, según estos expertos, para el “no” razonable de profesionales y pacientes a la inmunización contra la gripe. Bueno, pues todo esto parece que no convence ni al Gobierno y farmacéuticos británicos, ni a la prensa generalistas española que estos días difunde, por ejemplo, que en Galicia hay más muertos por gripe desde 2009 (y es cierto) pero sin cuestionar el sistema de vacunación sistemática contra la gripe.
Citan en esa publicación una “pandemia”. No sé cual porque por suerte hace tanto que no hay ni pandemia de gripe. Publicar sin contextualizar es hacer marketing del miedo.
Desde hace algunas semanas en Argentina, en concreto en la provincia de Santa Fe los medios de comunicación no paran de publicar sobre unas muertes que se han producido por gripe. Y no sólo no aportan datos sobre la falta de eficacia de la vacuna en la prevención de esos fallecimientos sino que se hacen eco de los llamados de las autoridades sanitarias a vacunarse. Marketing del miedo para vender productos sanitarios.
O las autoridades sanitarias de Inglaterra, España, Argentina y demás países no se enteran o están trabajando como delegados comerciales de los fabricantes de vacunas contra la gripe. Es un acto irresponsable pues hace poco se ha confirmado científicamente que una de las vacunas contra la gripe A causó narcolepsia como reacción adversa.
Los afectados han pagado dos veces; primero con su salud y después como contribuyentes pues como saben bien las autoridades sanitarías del Reino Unido, son los gobiernos quienes han deindemnizar a los afectados en casos de daños por la inmunización contra la gripe.
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