viernes, 12 de diciembre de 2014

El poder de las Palabras y Pensamientos

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Por Alex Pellejero /  Gran Misterio
Continuamentedecimos palabras sin saber el verdadero poder que éstas tienen.
En este artículo vamos a hablar del gran poder que tienen las palabras, los pensamientos e incluso la música.
Poder que tiene una gran repercusión en un elemento tan básico y fundamental como es el agua.
No podemos abordar este tema sin tratar y explicar la maravillosa investigación que corrió a cargo delDoctor Masaru Emoto a principios del 2000 y que por desgracia falleció el 17 de octubre de 2014, siendo una gran pérdida para el mundo de la investigación.
El Dr. Emoto investigó el efecto que podrían tener las palabras sobre el agua. Esta investigación comenzó debido a que se acordó de un hecho, el cual era que ningún copo de nieve tenía la misma forma que el otro.
En relación a esto comenzó a pensar que posiblemente el agua helada tendría también cristales congelados y que por lo tanto uno sería diferente a otro.
De esa forma comenzó a investigar en profundidad los cristales de agua para observar sus diferentes formas.
Contactó con el Dr. Ishibashi, quien se encargaría de realizar las fotografías a los microscópicos cristales de agua.
Ishibashi se desplazó a un manantial natural en Tokio llamado Shiraito-No-Taki, envuelto por un precioso paraje.
Al recoger las muestras de agua, las llevó al laboratorio, donde puso un mililitro en cada placa de Petri, acumulando hasta 50 muestras. Acto seguido las congela en un frigorífico a menos 25 grados.
Cuando el agua queda congelada es cuando se pone bajo el microscopio y comienza a observarla detenidamente. Es cuando comienzan a apreciarse fantásticos hexágonos u pentágonos microscópicos con bellas formas.
Según avanzaba la investigación se dieron cuenta que no tas las aguas formaban esos preciosos cristales.
Investigaron aguas de diferentes manantiales y aguas de grifo de diferentes zonas de Tokio incluso de diferentes países del mundo, como aguas de los grifos de Inglaterra o Francia.
Llegaron a la conclusión de que la vibración del entorno era una de las principales causas de estas formaciones, no era lo mismo el agua de un paraje bello y tranquilo que el agua de las alborotadas ciudades.
Siguiendo la vereda de las vibraciones expusieron el agua a la música.
“La música es vibración, así que si exponemos el agua a la música, su estructura cristalina cambiará”
De esta forma, cogieron muestras de agua destilada, que desde un principio tenía cristales hexagonales simples sin formas especiales.
Cuando pusieron música de Mozart y Beethoven observaron cómo los simples cristales hexagonales comenzaban a tomar unas maravillosas y preciosas formas.
Viendo los buenos resultados que estaba teniendo la investigación del Dr.Emoto, decidió probar con las vibraciones de las palabras, es decir, poniendo palabras en etiquetas, pegadas a muestras de agua, palabras como “gracias”, “te quiero”, “te odio” o “quiero matarte”, para de esa forma observar el poder que podrían tener dichas palabras.
El resultado fue alucinante y se mostraron hexágonos de preciosas formas en las muestras de agua donde estaban puestas las palabras positivas y hexágonos deformados o simplemente ausentes en las muestras de agua donde estaban las palabras negativas.
El experimento fue más allá y se hizo en un elemento diferente como es el arroz.
Este experimento consiste en poner en tres botes arroz hervido, a uno de ellos dedicarle una vez al día palabras de cariño y agradecimiento, a otro decirle palabras negativas y de odio, y al otro, simplemente ignorarlo.
El experimento se lleva a cabo durante un mes más o menos, entonces podremos observar como el arroz al que le hemos dedicado palabras de cariño, al cabo de un mes, está casi como el primer día incluso llega a desprender un olor agradable. El segundo bote, al que llevamos un mes diciéndole frases de odio y asco está completamente podrido. Y por último el bote que hemos ignorado no está del todo podrido pero ha empezado a florar moho.
Es un experimento sencillo que cualquiera en su casa puede realizar y os invito a probarlo.


Incluso la investigación se llevó a cabo con simples pensamientos donde un grupo de personas con los ojos cerrados proyectaban pensamientos positivos hacia una muestra de agua, la cual más tarde se congelaba y se observaba bajo el microscopio, apreciando nuevamente una serie de preciosos cristales de agua.
“Todo lo que existe en este mundo, vibra. Esta afirmación no puede ser negada. Por lo que vibración es simplemente una palabra sinónima de energía. La siguiente pregunta es entonces, ¿cómo viaja la vibración? Yo personalmente pienso que la vibración viaja a través del agua, y por tanto, los cristales hexagonales que muestra el agua helada, podríamos decir, que representan la fuerza vital de la madre naturaleza.
En consecuencia, y de la misma manera, también podríamos decir que la ausencia de cristales hexagonales en el agua puede considerarse un indicio de que la fuerza vital de una determinada zona, por una u otra razón, ha sido puesta en peligro energéticamente.” Masaru Emoto
La conclusión de la maravillosa investigación del Dr. Emoto nos muestra que vivimos rodeados de energía y vibraciones. Las palabras, los pensamientos, la música, incluso el entorno nos transmite vibraciones de una forma o de otra.
Y queda constatado que nuestros pensamientos y palabras tienen un increíble poder sobre el agua además de otros elementos.
Por ende, pensad que si el cuerpo humano está formado por más de un 70% de agua y el 80% del planeta Tierra es agua, imaginad los efectos que tienen nuestros pensamientos y palabras sobre la madre naturaleza y, sobretodo, en nuestro cuerpo.
Somos energía. Somos vibraciones.

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