Un hombre y una mujer, de 61 y 50 años, y su hija, de 14, han muerto este fin de semana en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) por intoxicación alimentaria, después de que, según las primeras hipótesis, ingirieran comida en mal estado, en principio el pescado que cenaron. Un cuarto miembro de la familia, otra hija de 13 años, permanece ingresada en la UCI del hospital de Virgen del Rocío de la capital hispalense, pero evoluciona favorablemente, según ha informado la mañana de este domingo el centro hospitalario, e incluso podría pasar a planta en unas horas.
El centro coordinador de urgencias y emergencias sanitarias de Sevilla recibió a las 2.55 horas de la madrugada de este sábado una llamada procedente de un domicilio de Alcalá de Guadaíra, en la que se solicitaba asistencia por un cuadro de náuseas y vómitos. Se envío un equipo móvil del Dispositivo de Cuidados Críticos de Urgencias de Alcalá de Guadaíra, compuesto por un medico, un enfermero y conductor, quienes atendieron a todos miembros de la familia.
Sin embargo, a las 9.09 horas del mismo sábado, se recibió otra llamada informándose de un agravamiento de los síntomas. El equipo que llegó esta vez se encontró a dos adultos en estado grave y a la niña de 14 años en parada cardiorrespiratoria. Por ello, solicitaron de inmediato un segundo equipo para la emergencia y se procedió al traslado de los afectados al hospital, si bien nada se pudo hacer por menor. La mujer y el hombre, finalmente, han muerto a las 17.15 horas y las 18.00 horas, respectivamente, mientras que la otra niña sigue ingresada.
El equipo de Salud Pública de la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha realizado una encuesta epidemiológica y se ha personado en el domicilio donde ha realizado una toma de muestras. Estas muestras se encuentran bajo investigación de los juzgados y serán analizadas desde el punto de vista toxicológico y microbiológico con el fin de determinar las posibles causas del fallecimiento y de la hospitalización.
Fuentes de la investigación han apuntado que los afectados vivían de la recogida de cartones y se alimentaban de comida caducada que les regalaban. Desde el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra se ha mostrado su consternación por la muerte de esta familia. La portavoz del equipo de gobierno, Miriam Burgos, ha declarado que “la familia residía en Alcalá de Guadaíra desde hacía algunos años, pero no era usuaria habitual de los servicios sociales de la ciudad, aunque este año en el mes de octubre el padre solicitó el salario social”.
El caso está bajo secreto de sumario, por lo que la edil ha pedido prudencia para que la justicia pueda seguir su cauce habitual y sea la que clarifique la verdad de los hechos. También ha pedido respeto y que no se hagan especulaciones hasta que no se levante el secreto de sumario y se conozcan las verdaderas causas del dramático suceso.
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