domingo, 4 de diciembre de 2011

El OVNI contiene la posibilidad de que la mente se vuelva objeto, formulando la hipotesis interdimensional

Terence Mckenna, quien considerara que todos tenemos en nuestro cerebro la tecnología para viajar a las estrellas sin movernos y ver extraterrestres con tan sólo ingerir un poco de un neurotransmisor llamado dimetiltriptamina, añade:  En algún punto en el futuro yace una barrera crítica donde tendremos la suficiente data para darnos cuenta del rompecabezas que es la relación humana con el OVNI. Creo que mientras esto sucede, la infancia de nuestra especie llegará a su fin y cuando esto acabe seremos libres para usar este asombroso entendimiento de que la humanidad y el OVNI son uno.


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Uno de los expertos más serios sobre el tema de los extraterrestres y los ovnis es el Dr. Jaques Vallée, quien ha formulado la hipótesis interdimensional. Según esta hipótesis estos eventos podrían ser visitas de otras realidades o dimensiones que coexisten con la nuestra. La física cuántica considera esta posibilidad en la teoría de los múltiples universos o en la teoría de las súper cuerdas, donde se necesitan de 10 dimensiones para resolver el conflicto entre la mecánica cuántica y la realidad.Según Valle, estamos tratando con fenómenos para físicos multidimensionales endógenos al planeta Tierra. Es decir los dioses y las apariciones divinas serían la misma manifestación de lo que ahora son los extraterrestres y los ovnis. Por ejemplo, la visión de Ezequiel. ¿Quizá percibir dimensiones superiores, es también percibir una serie de seres invisibles que cohabitan este mismo espacio? ¿Quién ve el aura, pronto verá aliens?

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Es la genialidad de la tecnología humana amaestrar y servir las energías de la vida y la muerte, del tiempo y el espacio. El OVNI contiene la posibilidad de que la mente se vuelva objeto: una nave que puede viajar a través del universo en el tiempo que tarda pensar en ello. Porque eso es lo que es el universo: un pensamiento. Y cuando el pensamiento se vuelva móvil y se identifique, entonces la humanidad -neófitos en el arte del pensamiento- empezará a despegar.

Claro que es posible que descubramos que no partiremos fuera; el futuro podría revelar que hay algo llamándonos hacia casa. Entonces será nuestra tecnología, y el llamado del Otro, el que se moverá a la reunión. El platillo volador es una excelente metáfora para esto. Cuando Jung sugirió que el platillo volador era el alma humana, estaba más en lo cierto de lo que suponía.

No está tan lejos, eso es lo otro. La última época nos dio la relatividad y la mecánica cuántica. Pero si esta es la última de las épocas o no es difícil decirlo. Nuestro papel como parte del proceso introduce una incertidumbre en la observación que altera las predicciones. -Terence Mckenna, True Hallucinations.
Así que, estén en el cielo, sean ángeles o alucinaciones, los ovnis están dentro del ser humano, los aliens son alternos otros. Serpientes en nuestro código genético, en nuestra glándula pineal o en las alas de la imaginación.

Y para verlos, sólo hay que conocernos a nosotros mismos. Nosotros, que somos otros.
El mes platónico equivale a un ciclo de precesión de los equinoccios. Probablemente nos encontremos en el apogeo de este cambio de ciclo donde Jung dice afloran los ovnis de la profundidad de nuestra psique.
Carl Jung en su ensayo sobre los ovnis escribió:  "Como sabemos por la historia del antiguo Egipto, son (los ovnis) manifestaciones de cambios psíquicos que siempre aparecen al final de un mes platónico y el principio de otro. Aparentemente son cambios en la constelación de dominios psíquicos, de los arquetipos, o dioses, como solían ser llamados, que conllevan o acompañan transformaciones duraderas de la psique colectiva".

Fuente: /libertaliadehatali.wordpress.com

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