Primero Google contrató al transhumanista Ray Kurzweil como director de ingeniería.
Cynthia Kenyon
En Calico y en colaboración con Arthur Levinson, ex presidente ejecutivo de Genentech, (la primera empresa de ingeniería genética, fundada en 1976), Google se esforzará por “ampliar de manera significativa la duración de la vida humana”
Arthur Levinson
Cynthia Kenyon, profesora de bioquímica y biofísica, ayudará en la búsqueda de tecnologías de extensión de vida radicales. Trabajará a las órdenes del Dr. Hal Barron, un ex líder de desarrollo de productos de la Farmacéutica Roche, que Calico contrató en noviembre de 2013.
Eric Schmidt
El presidente de Google, Eric Schmidt, quien espera ansiosamente poder tragar nanorobots en un futuro no muy lejano, imagina la vida en esta era tecnológica como una existencia racional y conveniente.
Calico, en colaboración con Genentech, probablemente utilizará la ingeniería genética y el ADN sintético en su afán de extender la vida humana. Un fallo de la Corte Suprema de Justicia a principios de este año falló en contra de las patentes de genes humanos naturales. Sin embargo, había una parte vital de la sentencia que permitía la concesión de patentes sobre ADN creado sintéticamente.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido publicó un informe en 2006 titulado “Programa de Tendencias Mundiales Estratégicas del DCDC 2007-2036″
El informe describe los posibles escenarios que rodean extensión de la vida y afirma:
“La brecha entre los que podrían permitirse el lujo de comprar la longevidad y los que no podrían, agravarría la desigualdad global percibida por la población. Gobernantes dictatoriales o despóticos podrían, comprar longevidad, prolongando sus regímenes y con ello los riesgos de seguridad internacionales”
El creciente movimiento transhumanista, con la ayuda de Google, está intentando cambiar los diálogos culturales alrededor del envejecimiento y la humanidad natural.
Google está allanando el camino en la tecnología portátil que acabará finalmente implantada en el cuerpo humano. Los investigadores de tendencias ya se preguntan cómo “las personas naturales” podrán competir con los “individuos mejorados” que incorporen tecnología implantable y mejoras genéticas.
Y la pregunta clave que todos deberíamos hacernos: ¿esta tecnología estará al alcance de toda la población o solo servirá para otorgar poderes sobrehumanos y larga vida a los más ricos?
Si los más poderosos, siendo iguales al resto de humanos, ya abusan de la manera que todos vemos, ¿qué no se atreverán a hacer en estas circunstancias?