El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, está seguro de que el país tiene suficiente espacio y recursos para producir alimentos orgánicos y renunciar al consumo de alimentos modificados genéticamente.
Moscú no tiene razones para producir alimentos genéticamente modificados o importarlos, dijo Medvédev este sábado en un encuentro con diputados de los asentamientos rurales rusos.
“Si a los estadounidenses les gusta comer productos OGM, que los coman entonces. No necesitamos hacer eso. Tenemos suficiente espacio y oportunidades para producir alimentos”, aseguró.
El primer ministro dijo que ordenó la vigilancia generalizada del sector agrario. Añadió que a pesar de las restricciones bastante estrictas, una cierta cantidad de productos OGM y semillas han llegado al mercado ruso.
Este mismo sábado el ministro de Agricultura ruso, Nikolái Fiódorov, también declaró que Rusia debe permanecer libre de productos modificados genéticamente.
A finales de febrero, el Parlamento ruso pidió al Gobierno imponer una prohibición de todos los productos genéticamente modificados en Rusia.
El Comité de Agricultura de la Duma Estatal apoya la prohibición sobre el registro y comercialización de OGM.
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