lunes, 24 de octubre de 2011

APRENDEMOS DE NUESTRAS EXPERIENCIAS PERSONALES, Y PODEMOS RESPONDER COMO ZANAHORIA, HUEVO, O CAFE

La vida se alimenta de los episodios diarios de la existencia, y si estos son agradables o desagradables solamente depeden del cristal con que son mirados. Las consecuencias se arrastran como cadenas que frenan el sosiego y la paz individual del protagonista principal, siempre que lo acontecido no se tome al pie de la letra como una experiencia de vida para aprender, por lo que una vez que se ha tenido la oportunidad de vivir un hecho, su aprendizaje prohibe que vuelva a repetirse, a menos que no hagamos caso de lo aprendido y entonces la misma vida nos obliga a repdetir el episodio tantas vces como sea necesario.

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