La lanza del Destino se menciona solamente en el Evangelio de Juan y en ningún otro de los evangelios sinópticos. Cuando Austria se anexó a Alemania en 1938, Adolf Hitler tomó la lanza. Ferviente admirador de Enrique I el Pajarero, el Führer hizo una copia y guardó la original en la Catedral de Santa Catalina de Núremberg.
46 minutos, Español.
Al parecer esta lanza que habría estado en manos de Constantino reapareció varios siglos después, en poder de personajes como Alarico el Valiente (410 d.C.), el visigodo Teodorico (452 d.C.) o Justiniano, quienes la usaron de muy diversa manera, para ir a parar a las manos de Carlos Martel durante la batalla de Poitiers en el siglo VIII, en la que derrotó a los árabes (732 d.C.).
Pasaría menos de un siglo después a las de Carlomagno, logrando este cerca de medio centenar de victorias. De las suyas pasó como talismán a las de Enrique I el Pajarero, fundador de la Casa de Sajonia “y vencedor de los polacos. De los Sajonia se transmitiría a los Hohenstauffen de Suabia, uno de cuyos miembros, Federico Barbarroja, conquistó Italia.
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Al parecer esta lanza que habría estado en manos de Constantino reapareció varios siglos después, en poder de personajes como Alarico el Valiente (410 d.C.), el visigodo Teodorico (452 d.C.) o Justiniano, quienes la usaron de muy diversa manera, para ir a parar a las manos de Carlos Martel durante la batalla de Poitiers en el siglo VIII, en la que derrotó a los árabes (732 d.C.).
Pasaría menos de un siglo después a las de Carlomagno, logrando este cerca de medio centenar de victorias. De las suyas pasó como talismán a las de Enrique I el Pajarero, fundador de la Casa de Sajonia “y vencedor de los polacos. De los Sajonia se transmitiría a los Hohenstauffen de Suabia, uno de cuyos miembros, Federico Barbarroja, conquistó Italia.
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