domingo, 14 de junio de 2015

La grave crisis masculina: ¿Vamos camino de un futuro sin hombres?



Un prestigioso psicólogo ha advertido de que los jóvenes se enfrentan a una grave crisis de masculinidad debido al consumo excesivo de videojuegos y pornografía.

El célebre psicólogo y profesor emérito de la Universidad de Stanford, Phillip Zimbardo, ha realizado dichas advertencias, que forman parte importante de su último libro, “El hombre (Des) Conectado”.

Philip Zimbardo
En una entrevista para un programa de la BBC, Zimbardo habló sobre los resultados de su estudio, una mirada en profundidad sobre la vida de 20.000 jóvenes y sus relaciones con los videojuegos y la pornografía.

Según Zimbardo: “Nuestra atención se centra en los hombres jóvenes que juegan a videojuegos en exceso y que lo hacen solos en su habitación, aislándose de la sociedad”

“Ahora, con la pornografía libremente disponible, algo único en la historia, estos jóvenes realizan una acticidad combinada: juegan a videojuegos y como descanso, ven un promedio de dos horas de pornografía a la semana”

Zimbardo dice que hay una “crisis” entre los hombres más jóvenes, un gran número de los cuales están experimentando una “nueva forma de adicción” relativa al consumo excesivo de videojuegos y pornografía.

Un país más avanzado a nivel tecnológico que la media y que por lo tanto dibuja el posible horizonte futuro del sexo masculino en todo el mundo, es Japón.

En un artículo reciente, titulado: PREOCUPACIÓN EN JAPÓN: LA FALTA DE RELACIONES SEXUALES AMENAZA EL FUTURO DEL PAÍS ya hablábamos de los efectos demográficos de esta creciente epidemia de falta de relaciones sexuales que poco a poco está extendiéndose entre las nuevas generaciones.


Otros ejemplos de disfunciones sexuales y psicológicas relacionadas con la tecnología, la encontramos en los siguientes artículos…




Zimbardo ya dio una charla en 2011 en la que esbozaba los problemas de desarrollo social de los jóvenes y de su rendimiento académico, que él atribuyó a un uso consumo excesivo de pornografía, videojuegos e Internet.


Citó el ejemplo de una madre que conoció mientras realizaba el estudio, cuyo hijo no ve ningún problema en jugar a videojuegos hasta 15 horas al día.

Zimbardo dijo: “Para mí, el problema no está en el número de horas que juega, sino en los cambios psicológicos en la forma de pensar”


Zimbardo da un ejemplo de la forma de pensar de un joven adicto a los videojuegos y la pornografía; según el chico: “Cuando estoy en clase, me gustaría estar jugando al World of Warcraft. Cuando estoy con una chica, me gustaría estar viendo pornografía, porque así nunca sería rechazado”.

Zimbardo afirma que este fenómeno relativamente nuevo está afectando a la mente de los hombres jóvenes.

Citando la investigación que él y su equipo realizó para el libro, dice: “Esto empieza a cambiar la función cerebral. Está cambiando el centro de recompensa del cerebro, y produce una especie de excitación y adicción”

“Lo que estoy diciendo es que los cerebros de estos muchachos están siendo reprogramados digitalmente”


También mencionó el creciente problema de un fenómeno controvertido en el mundo científico, llamado “disfunción eréctil inducida por el porno”, o PIED: “Los muchachos que deberían ser muy viriles, ahora están teniendo problemas para conseguir una erección”.

“Tienes esta paradoja: están viendo vídeos subidos de tono que deberían excitarlos y en cambio no consiguen excitarse”


Sin embargo, un artículo en Psichology today, sostiene que no hay vínculos científicos demostrables entre el consumo de pornografía y la disfunción eréctil.

Como decimos, este es un tema controvertido en estos momentos en el mundo de la ciencia.

En opinión de Zimbardo, la solución es aceptar que el problema es grave, que los padres deben tomar conciencia de la cantidad de horas que los niños gastan solos en su habitación jugando y viendo porno a expensas de otras actividades.

Zimbardo también culpa a la imagen negativa sobre los hombres que se ofrece en los medios de comunicación estadounidenses, que muestran a los hombres como“patanes, indeseables, que sólo desean tener sexo y que incluso son patosos al practicarlo”


También abogó por una mejor educación sexual en las escuelas, que debería centrarse no sólo en la biología y la seguridad, sino también en las emociones, el contacto físico y las relaciones románticas.

El problema acuciante de la salud mental masculina, se ha convertido en una gran preocupación en la actualidad.

El año pasado se realizó la primera Conferencia sobre Psicología Masculina en la University College de Londres, destinada a fomentar que la Sociedad Británica de Psicología introdujera una sección especializada al sexo masculino.

La Campaña “Campaign Against Living Miserably o CALM” (algo así como Campaña contra vivir miserablemente), se inició en 2006 y ha ganado importancia estos últimos años, por sus esfuerzos en alentar a los hombres a que hablen de sus problemas de salud mental, con el objetivo de reducir la tasa de suicidios masculinos.


Phillip Zimbardo es famoso por el “Experimento Zimbardo”, realizado en 1971 en la Universidad de Stanford, en la que se pidió a 24 estudiantes que realizaran el papel de “guardias” y “prisioneros” en una prisión simulada en los sótanos de la Universidad de Standford.

El experimento, que debía durar dos semanas, fue abandonado después de tan solo seis días, ya que los estudiantes que realizaban el papel de guardias y que antes del experimento se habían mostrado como personas normales, se volvieron extremadamente sádicos y los “prisioneros” se convirtieron en sumisos y deprimidos.


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