lunes, 15 de junio de 2015

La prescripción excesiva de antibióticos es peor que cualquier supuesta falta de vacunas

Por Matias Díaz / BWN Argentina
La prescripción excesiva de antibióticos está causando resistencia en las bacterias. Según un reporte reciente de los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU.) las bacterias resistentes a los antibióticos infectan a unas 450.000 personas por año y matan (sólo en los EE.UU.) alrededor de 15.000 personas por año. Aproximadamente unas 100.000 de estas infecciones ocurren guarderías para bebés. El segundo grupo etario más afectado con el 80% de las muertes son los adultos mayores de 65 años y las personas con diversos grados de deficiencia inmunitaria.
El impacto a nivel global de los patógenos resistentes a los antibióticos se desconoce, pero algunas estimaciones presumen que 300 millones de personas podrían morir para 2060 debido a las bacterias resistentes a los antibióticos.
¿Por qué no vemos a los gobiernos y medios masivos, salir al cruce de los médicos que recetan antibióticos para cualquier infección respiratoria común, algo que está generando uno de los problemas más grandes para la salud pública, de la misma manera que lo hacen con los padres que no vacunan a sus hijos?
La respuesta es bastante simple: Los laboratorios fabricantes de medicamentos controlan la enorme mayoría de los gobiernos, y también de los medios masivos de comunicación, en donde aportan hastael 70% de la pauta publicitaria que reciben.
Por esta razón los medios y gobiernos, siempre están bien dispuestos a generar pánico por las enfermedades contagiosas en el público, para de este modo conseguir aumentar las tasas de vacunación; mientras que, reflejar la problemática causada por el uso excesivo de medicamentos antibióticos, sería oponerse a sus principales patrocinadores y a su principal fuente de ingresos.
Algunos casos notables de medida con distinta vara que revelan la hipocresía de medios y gobiernos cooptados:
1) El año pasado debido a un brote de sarampión en el parque de diversiones de Disney, los farma-medios desataron una cacería mediática de los padres de que no vacunan a sus hijos y de las personas no vacunadas. Nadie murió a causa del brote, a diferencia de los más de cien de reportes de muertes en VAERS (Sistema de Reportes de Eventos Adversos de Vacunas de EE.UU.) causadas por las vacunas antisarampionosas en los últimos 10 años, y que se encuentran, entre otros cientos de reportes de discapacidad permanente, daño cerebral, encefalitis, enfermedad autoinmune, convulsiones, etc, causados por la vacuna. En total los reportes de muertes es mayor a 335 defunciones asociadas a la MMR (triple viral) del fabricante Merck. Cabe destacar que VAERS admite que menos del 10% de las reacciones son reportadas y que la FDA (Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU.) informa que sólo el 1% de las reacciones adversas graves a vacunas serían reportadas, por lo tanto para tener un estimación aproximada de daños reales causados por las vacunas se debería multiplicar al menos por diez el número de reportes de efectos adversos.
2) Caso reciente de Difteria en España: a pesar de que los análisis de laboratorio mostraron que 8 niños que se encontraban vacunados, estaban portando en sus cuerpos y contagiando la bacteria (Corynebacterium diphtheriae) de la difteria. Y a pesar, de que los datos del Instituto de Salud Carlos III revelan una reducción dramática del 80% de los casos de difteria, tan solo en la década anterior a la introducción de la vacuna, y que a la vacuna le llevó 60 años para reducir a cero el 20% restante de casos. Hoy en España los loobies farmacéuticos de presión mediática y política, están empujando a la clase política y a la opinión pública hacia el debate sobre la vacunación obligatoria. Cabe mencionar que en España la vacunación no es obligatoria y sin embargo las tasas de vacunación alcanzan al 96% de la población, cifra mucho mayor que la de países de Europa del Este donde la vacunación, si es obligatoria.
3) Cuatro casos de sarampión en Chile: según las autoridades de salud de Chile, cuatro casos de sarampión se han reportado recientemente. Por este motivo, y a pesar de admitir que se trataría de un caso introducido y de otros 3 casos no relacionados (probablemente por la cepa de sarampión de la vacuna antisarampionosa), las autoridades hacen un llamado a la vacunación contra el sarampión detodas las personas de entre 30 a 40 años, aduciendo que estas personas se encontraban desprotegidas contra la enfermedad.
4) El gobierno argentino no se hizo esperar, y al igual que con el anterior mundial de fútbol de 2014 en Brasil, se implementaron puestos móviles de vacunación en todos los aeropuertos y pasos terrestresal vecino país. Para el caso de la Argentina, la vacunación para dejar el país, no sólo es contra el sarampión. En estos puestos se coacciona a los viajeros a recibir además otras vacunas, como la vacuna de la Hepatitis B y la vacuna triple bacteriana (difteria-tétanos-pertussis), independientemente del estado de vacunación del viajero. Enfermedades como el tétanos que ni siquiera es contagiosa; y para otras, que no representan un problema de salud para la población general, como la hepatitis B que afecta alrededor 1% de la población y cuya incidencia se encuentra bastante limitada a grupos específicos de riesgo. En Argentina, la vacuna de la hepatitis B también se aplica a recién nacidos, para prevenirlos de una enfermedad que se contagia por el intercambio de fluidos corporales y por compartir jeringas. Un riesgo al que ningún niño recién nacido, está ni estará expuesto hasta por lo menos 15 años después del nacimiento, a menos que nazca de una madre portadora de la enfermedad, y que son casos para los cuales, la vacuna no funciona para prevenir la infección.
Estos son sólo algunos ejemplos del impulso fanático de las vacunas.
Algunas claves para evitar la infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos
Para evitar las infecciones producidas por bacterias resistentes los antibióticos, es muy importante mantener el equilibrio saludable de la microbiota intestinal (de la que depende el 70% de nuestra inmunidad). Por este motivo, es necesario limitar al máximo el consumo de alimentos procesados, que vienen cargados de conservantes y preservantes tóxicos, y que son agregados para impedir el crecimiento bacteriano con el fin de que pueden permanecer almacenados durante meses y; de los productos que contienen transgénicos o derivados (más del 90% de lo que se compra en los supermercados de Argentina está genéticamente modificado) dado que además de reducir la inmunidad y estár vaciados de cualquier aporte nutricional (vitaminas y minerales) contienen trazas de glifosato y otros pesticidas que promueven el crecimiento de la flora patógena y la resistencia de los patógenos los antibióticos. Además, conviene evitar el consumo de azúcar, dado que favorece el crecimiento de la flora patógena y de candida albicans, que profilera descontrolada, generalmente luego del uso de antibióticos y que reduce notablemente la inmunidad. El consumo de probióticos orgánicos luego de haber utilizado antibióticos, puede colaborar con la restauración del equilibrio natural de la microbiota.
Conclusión: Los medios y los gobiernos no están interesados en proteger la salud pública sino en mantener firmes y aceitadas, sus relaciones corruptas con la industria farmacéutica que fabrica vacunas y medicamentos. La salud es una cuestión de responsabilidad individual, y que para la enorme mayoría de las personas, depende del sentido común a la hora tomar decisiones acertadas sobre los cuidados de la salud y; con la capacidad de evitar los daños causados por la iatrogenia y los peligros concretos a los que se pueda encontrar expuesto.

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