En un caso que combina de manera singular la relación que una persona establece tanto con su cuerpo como con objetos revestidos de un valor especial (como sucede con los que fabrica Apple), un hombre se injertó cuatro pequeños imanes en su brazo para poder llevar consigo, sin ninguna correa de por medio, el más reciente modelo de iPod en su versión nano.

Dave Hurban, que lleva un negocio de tatuajes y perforaciones en Nueva Jersey, Estados Unidos, muestra en este video la delicada operación que llevó a cabo en su propio brazo, en un intento exitoso de fundir su cuerpo con la tecnología boyante de la firma californiana.

Y más allá de alabar, condenar o querer imitarla, la acción de Hurban nos invita a reflexionar por el lugar en que situamos a la tecnología en nuestro mapa personal de creencias y valores.

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