por José Ortega
Los ciudadanos acudirán, si hablamos de España, al Fondo de Garantía de Depósito sólo para encontrarse con que de ahí no sacan nada. Ese fondo te garantiza hasta 100.000 euros en forma de dinero imaginario, no en billetes. Quiere esto decir que en caso de quiebra de tu banco te anotarán en otro cualquiera el importe máximo de 100.000 euros, pero tú nunca verás los correspondientes billetes. Si lo que piden los ciudadanos es la devolución de su papel moneda, como es el caso, el Fondo de Garantía de Depósitos no sirve de nada.
Ellos tienen la capacidad de originar esa situación con la misma facilidad con la que fabrican el dinero de la nada. Sólo tienen que chasquear los dedos y uno o varios de los medios de comunicación a su servicio se encargarán de sembrar el pánico y presentar las cosas de tal forma que los televidentes, radiooyentes y periodicoleyentes salgan de estampida hacia su banco y se pongan a hacer cola totalmente aterrorizados.
El sistema monetario (que paradójicamente carece de monedas) se mantiene sólo gracias a una convención: La fe que tenemos en que los saldos de las cuentas bancarias poseen un valor real de cambio. El día en que cese esa convención, se acabó. Y se acabó significa el colapso y el caos. Es difícil que eso suceda de forma espontánea, pero ellos lo pueden provocar a voluntad. Vivimos sobre una bomba de relojería.
SIMULACIÓN DOS:
Se reunirán a puerta cerrada el G 8, la Troika, el Banco Mundial, el FMI, la Comisión Europea y no sé si me olvido de alguno. Estas reuniones se prolongarán hasta altísimas horas de la madrugada con el fin de hacer frente al inmenso desafío, afinar el ingenio y buscar solución a un problema que realmente es de supervivencia. Lo que pasa es que quizá en esa larga noche los interesados se dediquen a dormitar o a ver películas de video, porque la verdad es que está todo pactado y diseñado de antemano, tanto el problema como la solución que deben anunciar al día siguiente muy temprano.
SIMULACIÓN TRES:
Por la mañana, un portavoz al que maquilladores profesionales a lo mejor le han pintado ojeras, dará la rueda de prensa más esperada de los últimos cincuenta años. La comunicación comenzará haciendo una breve semblanza del problema y dejando constancia de que puesto que sólo el 5% del circulante es papel moneda, sólo ese 5%, como mucho, ha podido ser reintegrado a los depositantes, por lo que la mayoría de éstos se ha quedado pasando la mano por la pared.
El objetivo de este discurso es transformar a la víctima en verdugo y señalar como culpable del colapso financiero al propio papel moneda, sólo como prólogo para anunciar su definitiva desaparición en favor del dinero imaginario que desde entonces podremos usar con tarjetas de crédito, de débito y monederos electrónicos como única forma de intercambio.
Puesto que el dinero que tenemos en nuestras cuentas bancarias nada tiene que ver con el papel moneda y consiste en simples anotaciones en el ordenador del banco, a éste no le cuesta nada garantizar los depósitos mediante el simple procedimiento de decirnos que tranquilos, que no pasa nada, que si tu saldo marcaba 56.000 euros, lo seguirá marcando. Lo importante es que nadie se deje llevar ya por la anticuada superstición de los billetes. Situación controlada y rotundo éxito de las autoridades reunidas. El mundo vuelve a estar a salvo. El único requisito a cumplir es ofrecer a los dioses el papel moneda en el altar de sacrificios.
SIMULACIÓN CUATRO:
Los periodistas pagados por el sistema se encargarán de cimentar el fraude en sus comentarios, tertulias, editoriales, entrevistas y columnas. Señalarán que la desaparición del papel moneda es un gran avance que procurará estabilidad financiera y hará ya para siempre imposible una situación de corralito.
Las televisiones darán cuenta de autos de fe en los que en nombre del progreso se quemarán ritualmente toneladas de billetes. Por cierto, siendo de papel entran en ignición a la misma temperatura que los libros: 451 grados farenheit (con saludos a Ray Bradbury).
BILL GATES ESTÁ DETRÁS (ORQUESTADO POR SUS AMOS DE ARRIBA)La Fundación de Bill y Melinda Gates da su apoyo a la “Alianza por un mejor efectivo” cuyo objetivo es eliminar precisamente el dinero efectivo.
Tras una apariencia de filantropía y beneficencia, y mediante excusas de la "eliminación de la pobreza", pretenden que todo el dinero sea electrónico, por lo que dejaría indefensa al 99,99% de la población ante la élite que controla la creación del dinero.
Dicha élite podría establecer quien vive y quien muere simplemente apretando el botón que suprimiera el dinero de cualquiera. Y ya sabemos por experiencia que no dudadían en hacerlo.
Por ello, hago un llamamiento a estar alertas para parar los pies a esta amenaza, muy real, sin paliativos. Es la supervivencia de la mayoría la que está en juego. http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=vUwil-q1uNM
Seremos testigos, quizá pronto, de unos cuantos hechos simulados. En primer lugar un problema simulado, en segundo lugar unos titubeos y unos esfuerzos simulados por resolver el problema simulado y en tercer lugar una solución simulada al problema simulado.
SIMULACIÓN UNO:
Un día nos levantaremos de la cama con la noticia de que la desconfianza en las instituciones de crédito y el consiguiente pánico se han extendido de forma misteriosamente súbita por todo el mundo y los depositantes están haciendo colas kilométricas a la puerta de los bancos para retirar su efectivo. Esto sucederá sin previo aviso y por las buenas. Puede que busquen algún pretexto en algo que haya sucedido en la bolsa, en la quiebra de algún pequeño banco o en lo que sea. O puede que no.
Los ciudadanos nunca y bajo ningún concepto recuperarán en metálico el importe de sus depósitos puesto que ese metálico no existe. No es que se haya gastado, sino que no ha existido nunca. El dinero que había en la cuenta se lo han inventado los propios bancos mediante el sistema de depósito fraccionario. Como comenté en mi anterior artículo, el papel moneda no es más que un 5% del circulante.
Los ciudadanos nunca y bajo ningún concepto recuperarán en metálico el importe de sus depósitos puesto que ese metálico no existe. No es que se haya gastado, sino que no ha existido nunca. El dinero que había en la cuenta se lo han inventado los propios bancos mediante el sistema de depósito fraccionario. Como comenté en mi anterior artículo, el papel moneda no es más que un 5% del circulante.
Los ciudadanos acudirán, si hablamos de España, al Fondo de Garantía de Depósito sólo para encontrarse con que de ahí no sacan nada. Ese fondo te garantiza hasta 100.000 euros en forma de dinero imaginario, no en billetes. Quiere esto decir que en caso de quiebra de tu banco te anotarán en otro cualquiera el importe máximo de 100.000 euros, pero tú nunca verás los correspondientes billetes. Si lo que piden los ciudadanos es la devolución de su papel moneda, como es el caso, el Fondo de Garantía de Depósitos no sirve de nada.
Se extenderá un sentimiento de inmensa angustia colectiva. Aparentemente nos enfrentaremos al colapso financiero universal, al bloqueo de la economía, el hambre, la miseria y todo eso.
Ellos tienen la capacidad de originar esa situación con la misma facilidad con la que fabrican el dinero de la nada. Sólo tienen que chasquear los dedos y uno o varios de los medios de comunicación a su servicio se encargarán de sembrar el pánico y presentar las cosas de tal forma que los televidentes, radiooyentes y periodicoleyentes salgan de estampida hacia su banco y se pongan a hacer cola totalmente aterrorizados.
El sistema monetario (que paradójicamente carece de monedas) se mantiene sólo gracias a una convención: La fe que tenemos en que los saldos de las cuentas bancarias poseen un valor real de cambio. El día en que cese esa convención, se acabó. Y se acabó significa el colapso y el caos. Es difícil que eso suceda de forma espontánea, pero ellos lo pueden provocar a voluntad. Vivimos sobre una bomba de relojería.
SIMULACIÓN DOS:
Se reunirán a puerta cerrada el G 8, la Troika, el Banco Mundial, el FMI, la Comisión Europea y no sé si me olvido de alguno. Estas reuniones se prolongarán hasta altísimas horas de la madrugada con el fin de hacer frente al inmenso desafío, afinar el ingenio y buscar solución a un problema que realmente es de supervivencia. Lo que pasa es que quizá en esa larga noche los interesados se dediquen a dormitar o a ver películas de video, porque la verdad es que está todo pactado y diseñado de antemano, tanto el problema como la solución que deben anunciar al día siguiente muy temprano.
SIMULACIÓN TRES:
Por la mañana, un portavoz al que maquilladores profesionales a lo mejor le han pintado ojeras, dará la rueda de prensa más esperada de los últimos cincuenta años. La comunicación comenzará haciendo una breve semblanza del problema y dejando constancia de que puesto que sólo el 5% del circulante es papel moneda, sólo ese 5%, como mucho, ha podido ser reintegrado a los depositantes, por lo que la mayoría de éstos se ha quedado pasando la mano por la pared.
El objetivo de este discurso es transformar a la víctima en verdugo y señalar como culpable del colapso financiero al propio papel moneda, sólo como prólogo para anunciar su definitiva desaparición en favor del dinero imaginario que desde entonces podremos usar con tarjetas de crédito, de débito y monederos electrónicos como única forma de intercambio.
El portavoz anunciará que ya pueden cesar las lágrimas, las tragedias y los suicidios de ciudadanos que de la noche a la mañana han perdido los ahorros de toda una vida, puesto que el nuevo sistema permitirá garantizar los depósitos divinamente.
Puesto que el dinero que tenemos en nuestras cuentas bancarias nada tiene que ver con el papel moneda y consiste en simples anotaciones en el ordenador del banco, a éste no le cuesta nada garantizar los depósitos mediante el simple procedimiento de decirnos que tranquilos, que no pasa nada, que si tu saldo marcaba 56.000 euros, lo seguirá marcando. Lo importante es que nadie se deje llevar ya por la anticuada superstición de los billetes. Situación controlada y rotundo éxito de las autoridades reunidas. El mundo vuelve a estar a salvo. El único requisito a cumplir es ofrecer a los dioses el papel moneda en el altar de sacrificios.
SIMULACIÓN CUATRO:
Los periodistas pagados por el sistema se encargarán de cimentar el fraude en sus comentarios, tertulias, editoriales, entrevistas y columnas. Señalarán que la desaparición del papel moneda es un gran avance que procurará estabilidad financiera y hará ya para siempre imposible una situación de corralito.
Las televisiones darán cuenta de autos de fe en los que en nombre del progreso se quemarán ritualmente toneladas de billetes. Por cierto, siendo de papel entran en ignición a la misma temperatura que los libros: 451 grados farenheit (con saludos a Ray Bradbury).
BILL GATES ESTÁ DETRÁS (ORQUESTADO POR SUS AMOS DE ARRIBA)La Fundación de Bill y Melinda Gates da su apoyo a la “Alianza por un mejor efectivo” cuyo objetivo es eliminar precisamente el dinero efectivo.
Tras una apariencia de filantropía y beneficencia, y mediante excusas de la "eliminación de la pobreza", pretenden que todo el dinero sea electrónico, por lo que dejaría indefensa al 99,99% de la población ante la élite que controla la creación del dinero.
Dicha élite podría establecer quien vive y quien muere simplemente apretando el botón que suprimiera el dinero de cualquiera. Y ya sabemos por experiencia que no dudadían en hacerlo.
Por ello, hago un llamamiento a estar alertas para parar los pies a esta amenaza, muy real, sin paliativos. Es la supervivencia de la mayoría la que está en juego. http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=vUwil-q1uNM
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