Ingo Swann, el padre de la visión remota moderna murió el 31 de enero, a los 79 años. Swann fue pieza fundamental en el programa de investigación de fenómenos psíquicos de la Universidad de Stanford y la CIA
Ingo Swann, una de las figuras más prominentes en la investigación de fenómenos psíquicos en las últimas décadas, murió hoy a los 79 años de edad, según informó su amigo y colega Paul Smith. Swann fue parte primordial del programa piloto de la CIA y el Stanford Research Institute que desarrolló las bases de lo que hoy se conoce como visión remota, un tipo de clarividencia en el que un sujeto dirige su atención a un lugar distante para obtener información puntual del mismo.
Más allá de tener supuestas habilidades psíquicas, Swann diseñó numerosos experimentos y condujo investigaciones sobre estados de conciencia no-ordinarios (se le apodó “el psíquico científico”). Mientras que la CIA sólo parecía tener interés en la existencia de fenómenos psíquicos, para usarlos en la guerra o en el espionaje, Swann intentó describrir los mecanismos que los hacían posibles, encontrando un paralelo con los siddhis del hinduísmo.
Swann fue parte del proyecto Stargate de la CIA, al mando del DR. H.E. Puthoff y Russell Targ, científicos que en reiteradas ocasiones manifestaron haber comprobado que Swann tenía habilidades psíquicas. El caso más famoso fue en el lanzamiento del proyecto cuando Swann pidió realizar un experimento de visión remota en Júpiter. Según los documentos de este experimento, Swann observó los anillos de Júpiter, auroras, cristales de hielo y otros fenómenos antes de que la sonda Voyager los hubiera descubierto. Algunas personas, sin embargo, consideran que las descripciones de Swann no son pruebas concluyentes de esta habilidad.
En su libro autobiográfico Penetration: The Question of Extraterrestial and Human Telepathy, Swann expone una visión quizás extraña para muchas personas, sugiriendo que el mundo esta poblado por androides extraterrestres encubiertos, y, como podría esperarse, suscribe a la creencia new de age de que es posible recibir comunicación de seres interestelares.
Según Paul Smith, Ingo se encontraba trabajando en un nuevo libro que intentaría explicar los procesos mentales detrás de los fenómenos psíquicos, la labor que más lo mistificó a lo largo de sus días.
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