Cualquier mamá pediría ayuda si sus hijos se encontraran en peligro, pero nunca habíamos visto a una pata gritando para que alguien salvara a sus bebés.
Afortunadamente, unos policías que se encontraban cerca del lugar en donde la mamá había perdido a sus patitos acudieron al rescate.
Los pequeñitos habían quedado atrapados en una alcantarilla, un sitio imposible de alcanzar por su mamá, quien no paraba de graznar y caminar en círculos sobre el lugar.
Luego de unas pequeñas maniobras, los patitos fueron sacados de ahí y liberados junto a su madre en un lago.
huffingtonpost.com
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