Danielle Hulshizer sufría un trastorno terrible. Jamás conseguía sentirse descansada y se quedaba dormida en todas partes y a cualquier hora. Hasta que al doctor Rye se le ocurrió una idea.
"Si me dieran una moneda por cada vez que alguien me ha dicho 'vete a casa a dormir, pareces cansada', ahora sería millonaria". La vida de Danielle Hulshizer es una especie de visión siniestra de La Bella Durmiente. Su trastorno comenzó en la adolescencia. Por más que intentara descansar la sensación de sueño nunca se iba. "No te levantas con energías y listo para empezar", asegura en CNN. "Te levantas sintiéndote tan cansado como estabas hace 12 horas cuando te acostaste para dormir".
Cuando aparecieron los primeros síntomas, ella y su entorno lo achacaron al ritmo de vida que había llevado de niña como patinadora de alto nivel. Sus entrenamientos ocupaban todo el día, sin apenas tiempo para descansar. Cuando abandonó la competición y se mudó a Georgia, ella y sus padres se dieron cuenta de que tenía un problema.
Hace 14 años, tras un estudio del sueño en el hospital, los médicos le diagnosticaron una afección llamada hipersomnia. La falta de descanso de estos pacientes es tan brutal que destroza casi todos los aspectos de su vida. En el caso de Danielle, su novio relata las dificultades que tenía para poder sacarla de la cama por la mañana. "Tenía que levantarla literalmente y ponerla de pie para ver si se sujetaba", explica. "A veces sí se sujetaba y a veces se desplomaba en el suelo".
El primer tratamiento consistió en suministrarle estimulantes para mantenerle despierta. Durante los primeros años funcionó, pero pronto la solución fue peor que el propio mal: las medicinas le provocaban migrañas y temblores y terminaba igual de cansada que al principio. Cuando rozaba la desesperación, Danielle se puso en manos del doctor David Rye, un neurólogo de la Clínica del Sueño Emory, en Atlanta, especializado en este tipo de casos.
Después de años de investigación, Rye y su equipo han descubierto que algunos pacientes con hipersomnia tienen una sensibilidad muy alta a los efectos de uno de los neurotransmisores más importantes del cerebro: las moléculas de GABA. En los individuos normales este transmisor actúa como una especie de freno que regula el nivel de actividad, pero en personas como Danielle sus efectos están descontrolados. Por eso Rye comenzó a probar con ellos un medicamento llamadoFlumazenil, que se utiliza a veces para sacar a la gente de la anestesia.
Aunque esta sustancia no está oficialmente aprobada para personas con hipersomnia, Rye lo probó de forma experimental. Danielle, de hecho, fue la segunda persona en EE UU que comenzó a tomarlo como posible solución. Y el resultado, tal y como explican en CNN, fue espectacular. "A los 15 minutos de poner una tableta bajo mi lengua", relata Danielle, "ese muro que me ha parecido tener durante toda mi vida en el cerebro desapareció". "Era capaz de pensar con claridad, de comunicarme y hablar, de mantener una conversación con alguien". Por primera vez, explica, se sintió viva. Fue como despertar de un largo sueño, una pesadilla en la que todavía viven muchos pacientes y para la que aún se busca una solución.
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