“Vivimos en un mundo en el que la verdad es opacada por una realidad que no existe”.Albert Einstein
<<¿Dónde te escondes, verdad?; ¿o sencillamente no existes? Te buscamos y no somos capaces de encontrarte, vives apartada de todos nosotros, o algunos te conocen y te han secuestrado. ¿Cómo sabemos dónde encontrarte si eres invisible a nuestros ojos, un mero espejismo dentro de una infinidad? Te reflejas, pero ningún reflejo es tú, a cada reflejo más imperfección y así es como logro sospechar de tu ausencia. Te conocen y te esconden, ¿acaso eres malvada?, ¿o por el contrario son malvados los que te ocultan? Entonces, ¿dónde te recluyen para que no te veamos?>>
El mundo está lleno de mentiras, todos lo sabemos ya que todos las contamos, todos nos tragamos muchas de ellas y hay quién incluso es capaz de vivir en una. Existen las “mentirijillas piadosas”, las mentiras con maldad, las pequeñas mentiras… Hay infinidad de mentiras, pero yo quiero centrarme en las grandes…
Esas que cuentan aquellos en quienes hemos depositado un mínimo de confianza, aquellos que creemos que pueden sacar un país adelante, aquellos a quienes queremos, aquellos que pensamos que tienen la razón, aquellos que dentro de este montón de mierda parecen ser honestos y honrados, diferentes.
Podemos pensar que el mundo está gobernado por un espíritu de cambio, por amor, por honradez, honestidad o bondad, que tras muchos fallos siempre llegará alguien que se dará cuenta de que la han cagado anteriormente y no se atreverá a repetir lo que han hecho sus predecesores… Creyendo todo eso, pienso que de verdad nos equivocamos, he escuchado infinitas veces: “todo es cíclico”, “el ser humano es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra”…
Bien, esas frases dan vueltas en mi cabeza de tal manera que aparentan tomar un sentido y es que: “el ser humano ha decidido ser fiel a esas citaciones”. No hemos querido cambiar, hemos hecho de un dicho una verdad, algo que carga con certeza, quizás mucha más de la que debería…
Aunque realmente pienso que el ser humano no se tropieza con la piedra, el ser humano coge la piedra y la utiliza para levantar con ella el primer ladrillo de su religión y por muy imperfecta que esta sea, por muchos defectos que tenga, aunque el método para lograr una estabilidad persistente y duradera de esa religión, sea inexistente y aparentemente imposible, el ser humano prefiere quedarse con lo que lo daña, no necesariamente a todo su ser, sino mas bien a parte de él.
Prefiere tomar un camino y no salir de él a perderse en la selva y buscar su propio camino, habrá quienes piensen que no hay camino, que hacemos camino; pues bien, esa perspectiva poética y bella de lo que es una vida, se aleja del tema del texto.
A lo que me refiero es que, aunque alguien ya haya hecho algo de una manera el ser humano prefiere encariñarse con esa idea e intentar perfeccionarla antes que buscar otra mejor; y eso, en cierta manera, es bueno: ha propiciado muchos avances en muchos campos científicos y la filosofía moral misma es la concentración en una misma idea, la ética que guía el comportamiento de las personas.
Vemos un mundo lleno de esperpentos, aislado de la realidad, donde una verdad ha sido suplantada por muchísimas mentiras y nos quedamos quietos, nos tragamos lo que nos dicen, nos afiliamos a ideas surrealistas y creemos cosas sin ni siquiera constatarlas o sencillamente, sin cuestionarlas.
Tras mucho pensar y darle vueltas a todo, tras haberme creído todo lo que me decía un bando y a posteriori todo lo que me decía el opuesto, me he dado cuenta de que ninguno es franco u honesto, así que la conclusión que saco de esto es sencilla y la he ido viendo a lo largo del texto: hay mentiras en todos lados.
Por todo eso la verdad no es una única “entidad” que alguien tenga en su posesión, que alguien haya escondido o que haya recluido en documentos, grabaciones, etc. en una caja fuerte.
La verdad está en todos lados y a la vez en ninguna parte y una mentira por el hecho de existir ya es una verdad ya que se puede demostrar como tal… ¿y por qué esta la mentira en todos lados y a la vez en ninguna parte? Pues porque todos esperamos que la respuesta a la pregunta:” ¿qué es la verdad? ” Sea una única cosa, algo que alguien había decidido ocultar (y quizás hiciera bien en ese momento o realmente solo lo empujó la ambición, el irrefrenable deseo de querer saber de los demás).
En cualquiera de los casos la definición que creo que tenemos de verdad es: “aquello que es fiel a la realidad, lo que pasó en un determinado momento, no lo que quisieron contarnos”. Queramos o no ninguno de los dos bandos es fiable, ya que pasado el tiempo nos damos cuenta de una cosa: han convertido una lucha por justicia y libertad, en una lucha personal olvidando, de tal manera, lo que hay entre ellos: personas.
El ser humano es fácil de manipular: desde pequeño se le enseña cómo ha de comportarse y como tiene que enfocar el mundo, de tal manera que cuando se llega a una determinada edad, se ha asimilado cómo es el mundo y que debemos ser en él, teniendo como ejemplos a aquellos que nos enseñaron.
En un principio, cuando somos niños, todo es muy bonito: nos enseñan a respetar a los demás, a ser empáticos, a trabajar con los demás; todo esto hay quién lo interioriza de una manera y quién nunca llega a interiorizarlo, pero generalmente es así.
Todo cambia cuando, de repente nos damos cuenta de que el mundo en el que vivimos no está hecho para personas empáticas, humildes, honradas y leales; está hecho para aquellos capaces de pisotear al contrario(porque es lo que se supone que es: un rival), aquellos capaces de embadurnar su vida en una mentira y vivir en ella, para gente que es capaz de dejar de ser lo que las palabras humano y persona llevan explicitas: empatía y HUMANIDAD.
Por eso tras todas estas vueltas, al menos yo, he llegado al dogma de que la verdad, no es siempre lo que dice una persona, un grupo o una religión: es, haciendo caso al eudemonismo, el punto intermedio entre todas esas historias, cada bando va a querer jugar a su favor y perjudicar al otro y es ahí donde está la trampa donde todos caemos.
Todos queremos saber la verdad pero cada uno tiene una versión distinta y necesitamos, de verdad, saber dónde encontrar la veracidad de los hechos, necesitamos gente ecuánime , dispuesta a no jugar a favor de ninguno de los bandos y a contar los hechos como son y no como sus bandos les obligan a tergiversar.
Así que, tras todo esto yo ya he decidido que hacer, ¿lo habéis hecho vosotros?
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