jueves, 11 de agosto de 2011

LA EVOLUCION DEL OJO

Desde las estructuras subcelulares fotosensibles, pasando por las monocapas planas de células, abovedándose en el caso de las planarias direccionando la luz, cerrándose hasta formar la cámara estenopeica de los nautilus, la aparición de una protolente en esta cámara sencilla como en el caso de los caracoles marinos, para llegar al final a un modelo complejo como es el caso del pulpo.

En apenas 8 minutos Dawkins explica las fases de menor a mayor complejidad por las que pueden haber pasado nuestros ojos.







El desarrollo de la vista del feto en la oscuridad del útero

La configuración exacta de nuestro sistema visual depende de un patrón de actividad espontánea en el cerebro que se da mucho antes del nacimiento, según indica un nuevo estudio. En el desarrollo de la vista, no intervienen sólo los genes. Lo que sucede dentro del útero resulta crucial.

Durante mucho tiempo se ha debatido sobre cuánto influye la herencia genética, y cuánto el entorno, en el desarrollo de los circuitos neuronales. Los científicos saben ahora que los genes proporcionan los planos básicos para el desarrollo inicial del cerebro, y que las conexiones entre las células cerebrales se ajustan con precisión más tarde, en otra fase del desarrollo.

Pero, ¿cómo la experiencia influye en la configuración del sistema visual en los mamíferos, que tienen períodos de gestación relativamente largos durante los cuales el feto nunca tiene estimulación visual? En otras palabras, si la experiencia influye en el desarrollo neuronal, es difícil explicar cómo la visión se vería afectada antes del nacimiento, ya que el feto no ve nada en el útero.

La respuesta a ese enigma al parecer se encuentra en un patrón espontáneo de actividad neuronal generada por el propio cerebro. El equipo de Michael Crair, profesor de Investigación de la Visión en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, ha descubierto que ese patrón de actividad espontánea en la retina en desarrollo desempeña un papel crucial en el desarrollo del sistema visual. No sólo los genes u otros factores intervienen en el proceso.

Eso significa que las perturbaciones ambientales que actúen contra ese y otros patrones neuronales durante el desarrollo pueden ser perjudiciales para la formación de los circuitos neuronales. Por ejemplo, es posible que la exposición a la nicotina tenga una influencia negativa en la conectividad neuronal del cerebro de un niño, incluso en el útero.





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