Un estudio de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IRIC, por sus siglas en inglés) sugiere que la exposición a Wi-Fi es más peligrosa para los niños de lo que se creía y es posible que debamos limitarla cuando sea posible.
Los autores del estudio, publicado en ‘Journal of Microscopy and Ultrastructure‘, sostienen que los niños y los adolescentes están en considerable riesgo ante aparatos que generan microondas, entre ellos los dispositivos Wi-Fi. Al mismo tiempo, argumentan que los adultos están ante un menor, pero aún significativo riesgo.
En el estudio se destaca que los niños absorben una mayor cantidad de radiación de microondas que los adultos. Y los fetos son aún más vulnerables que los niños, por lo que las mujeres embarazadas deben evitar la exposición a la radiación de microondas.
Según los autores, los niños y los fetos absorben más radiación porque sus cuerpos son relativamente pequeños, sus cráneos son más delgados, y su tejido cerebral es más absorbente.
De manera más general, el estudio encontró que la exposición a Wi-Fi está vinculada con los cánceres de cerebro, de las glándulas salivales y de mama.
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