Un estudio experimental con cultivos de maíz de corta y larga temporada, realizado por la Universidad de Vermont, comprobó que las semillas no transgénicas no representan menor rendimiento que los productos genéticamente modificados señalados para este propósito por los laboratorios de bioingienería, e incluso son superiores.
Además demostró que la buena rotación y manejo del suelo es lo que favorece la producción y los rendimientos, de las semillas, y no el rasgo OGM, dijo el agrónomo Dr. Heather Darby, a cargo de las evaluaciones que se realizaron en la Granja Experimental de Investigaciones Borderview en Alburgh, y que incluyeron el estado general de salud y productividad del suelo, según el medio informativo Non-gmoreport, del 28 de mayo.
“El estudio encontró que el sistema agrícola de maíz cultivado en una rotación de cultivos diversificados produce mayores rendimientos y mejor calidad del suelo que el maíz crecido continuamente año tras año”, destacó.
Darby explicó a su vez que a futuro se experimentará mucho más con productos no transgénicos, destacados en el informe porque además no dañan a los insectos. En el estudio actual se consideraron un mayor número de semillas modificadas genéticamente en comparación a las orgánicas.
Con el maíz de ciclo corto, con vencimiento en 77 a 95 días, que se cultiva en clima más fresco de Vermont, el equipo de agrónomos observó que los agricultores tienen más tiempo en el otoño para preparar su suelo para el invierno mediante la aplicación de estiércol y la plantación de cultivos de cobertura. Esto ayuda a minimizar la pérdida de nutrientes y del suelo.
Con el maíz de larga temporada, que madura en 95 a 112 días, puede ser difícil cultivar en un clima fresco de Vermont, sin embargo, el informe destaca que, en muchas granjas, el maíz larga temporada puede producir mayores rendimientos y calidad que muchas variedades de temporada corta.
Los investigadores compararon el rendimiento y la salud de los suelos en cinco rotaciones de maíz diferentes: el maíz continuo; el maiz sin labranza; el sembrado después de forraje perenne; sembrado después de un cultivo de cobertura de invierno, y de forrajero perenne.
De 29 variedades de maíz cultivadas en el ensayo de ciclo corto, sólo cuatro eran maíz no transgénicas, y el resto eran OMG. Las semillas no transgénicas fueron presentadas por Prairie Hybrids, Seedway, y Albert Lea Seeds. .
De 45 variedades cultivadas en la prueba larga de la temporada, 13 eran no transgénicas de las mismas tres empresas. Las variedades transgénicas en este caso fueron presentadas por DeKalb, Mycogen, Pioneer Hi-Bred, TA Seeds y Syngenta.
En relación al maíz de temporada corta, las cuatro variedades de maíz no transgénico se desempeñaron mejor que el promedio, en términos de rendimiento, mientras que tres se desempeñaron mejor que la media en términos de rendimiento y calidad.
En relación al maíz de temporada larga, siete de las 13 variedades no transgénicas se desempeñaron mejor que el promedio en términos de rendimiento y calidad.
“Variedades no transgénicas quedaron en el top 10 tanto para variedades de maíz de corta y larga temporada”, dijo Darby.
Rotación maíz-alfalfa no daña insectos
El estudio destacó que la rotación maíz-alfalfa produce una mejor calidad y rendimiento del suelo, y no daña a los insectos.
Los agrónomos encontraron que el maíz sembrado después de la alfalfa perenne se produce mejor en términos de mejora de la calidad y los rendimientos del suelo, que en todas las otras opciones de cultivo de maíz.
En el caso específico de un maíz Roundup Ready OGM, que también fue evaluado, plantado en cuatro rotaciones de cultivos, el agrónomo aclaró que el rasgo OGM no tuvo ningún efecto sobre el rendimiento.
“Se demostró que es la buena rotación y manejo del suelo, lo que más favorece a la producción y los rendimientos”, de las semillas, concluyó Darby.
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