jueves, 15 de marzo de 2012

¿Estamos a un paso de la extinción?

Olvídense del calentamiento global:

(Por considerarlo de interes general en lo inmediato, copiamos el articulo siguiente, no en toda su magnitud, sino parcialmente, a fin de que se sepa lo que se nos puede venir encima y se nos esta ocultando por los dirigentes y lideres mundiales.)

Comúnmente, algunas de las más importantes noticias provienen de diarios locales, historias que no siguen la cadena de los cables de noticias o de los grandes diarios o de las redes de noticias nocturnas. Podrían ser noticias que a primera vista no parecieran tener un impacto nacional o internacional. Un segundo vistazo, y una buena memoria, pueden revelar que el impacto podría bien ser significativo.

El otro día un lector nos envió un link a un artículo que encontró en otro sitio de noticias alternativas: Malas noticias - nos hemos pasado de la fecha de nuestra extinción.

Desde que hemos seguido la misma historia cuando salió a la luz por primera vez, pensamos "¡Sí! ¡Recuerdo!". Después de todo, con todo lo que se habla del calentamiento global, sirvió para recordar a los lectores que los niveles de CO2 causados por el hombre no es la causa de todo lo que está pasando en el mundo hoy en día.

Mas tarde, tuvimos una conversación aquí en la central de SOTT, acerca de este artículo y como se relaciona con un libro que actualmente nos estamos pasando: The Cycle of Cosmic Catastrophes: Flood, Fire, and Famine in the History of Civilization ["Los Ciclos de catástrofes cósmicas: Sangre, fuego y hambre en la historia de civilización], por Richard Firestone, Allen West y Simon Warwick-Smith. El libro trata sobre el "Evento" que tuvo lugar hace unos 12,000 años y que se recuerda en mitos y varias leyendas como La Caída de Atlántida o el Diluvio de Noé.

Platón describe la destrucción que ocurrió en un día y una noche, y la Biblia recopila historias de lluvias torrenciales y una inmensa inundación en la cual la mayoría de la vida en la Tierra desapareció. También existe una gran cantidad de literatura Nativa Americana acerca de incendios cataclismos globales, seguidos por inundaciones y lluvias mortales. Al menos cincuenta culturas diferentes alrededor del mundo han descrito versiones de esta historia, y el físico Firestone, en conjunto con sus co-autores geólogos, han realizado este libro, basado en cuantiosa evidencia científica, describiendo una cadena cósmica de eventos que ellos creen culminó con la catástrofe global de hace 12,000 años. Ellos creen que el Evento fue disparado por una cercana Supernova que tuvo lugar hace 41,000 años.

Los lectores frecuentes de SOTT están familiarizados con mi sitio web de Cassiopaea y el experimento de comunicación superluminal que comencé por el año 1992 y que finalmente dió sus frutos en 1994, el día en que fragmentos del Cometa Shoemaker Levy comenzó a impactar sobre el planeta Júpiter. Resulta divertídamente sincrónico saber que uno de los temas recurrentes en la información Casiopea es la destrucción planetaria, causada por un grupo cometario que posee un ciclo a través del sistema solar de 3,600 años, como consecuencia de la órbita de la Compañera Gemela de nuestro Sol, un Sol Gemelo más pequeño y oscuro.Tal como sucede, Firestone, West y Warwick-Smith, también hablan acerca de un bombardeo de la Tierra por, literalmente, miles de asteroides, cometas u otros desechos, aunque lo atribuyen a la supernova que aconteció hace unos 28 o 29 mil años antes; ese es el tiempo que le tomó a la supernova (junto con los desechos que golpeó en la nube de Oort) llegar a la Tierra.

© NASA
Shoemaker-Levy golpeando a Júpiter
Con la idea de que existe un ciclo de Bombardeos Cometarios, naturalmente hemos estado alerta del hecho que en los últimos años hemos notado un incremento notable de evidencia, la cual apunta a que esta teoría sería la correcta. La evidencia incluye el fantástico incremento del número de "lunas" de Júpiter que han sido recientemente descubiertas, así como también el incremento en la frecuencia de los cometas en los últimos años, en conjunto con el asombroso número de meteoritos y bolas de fuego ingresando en la atmósfera y cayendo sobre la Tierra. En algunos casos, estos eventos han causado daño a personas y a propiedades, incluyendo muertes en un caso reciente que ya comentaremos...

De todas maneras, para volver a nuestra conversación acerca de la humanidad pasándose de la "fecha de extinción", he dicho que, cualquiera con ojos y orejas y un poco de conocimiento científico, puede ver a su alrededor y darse cuenta que algo "está pasando". Está en las noticias todos los días, solo tienes que buscar (o leer SOTT: nosotros hacemos la búsqueda por ti). El problema es, por supuesto, que las masas están tan distraídas por las preocupaciones de todos los días (muchas de las cuales son muy preocupantes, especialmente la amenaza de guerra nuclear por parte de G.W. Bush y los Siocons), que la mayoría no tiene idea que probablemente no tiene que preocuparse por el calentamiento global. (Que diga que la gente no debería preocuparse por el calentamiento global, no quiere decir que no tengan que ¡¡¡preocuparse!!!). La evidencia que poseemos hoy en día nos ayuda a darnos cuenta que la historia de Noé no tiene nada de mágica. La Biblia nos dice que Dios le dijo a Noé que algo pasaba, algo se acercaba, y que debía construir un arca y que ello le permitiría a él y a su familia sobrevivir. Pero obviamente, hoy por hoy, realmente no necesitamos a Dios para que nos diga que algo desagradable se aproxima.

Luego, por supuesto, me di cuenta que fueron los Casiopeos que me habían dicho acerca de este ciclo de desastres cometarios. Pensé por un momento y dije, "bueno, parcialmente". He escrito sobre todo esto en mi libro "El Síndrome de Noé" en 1985, mucho antes de que los C's se dieran a conocer. (Este libro nunca fue publicado, pero mucho de él ha sido incorporado en "La Historia Secreta"). En aquel entonces había partido de una pregunta puramente metafísica: "¿Sucederá algún día el fin del mundo como lo describe la Biblia?, y si es así, ¿que significa?". Fue esa pregunta la que me llevó a un profundo estudio de la Biblia, la cual me llevo a la conclusión de que la destrucción descrita en el libro de la Revelación fue casi idéntica a lo descrito en la historia del Éxodo, así que pasara lo que pasó, fue predicho que sucedería nuevamente. No fue hasta que leí Worlds in Collision de Velikovsky, que entendí que esa debía ser la forma correcta de encarar la cuestión del bombardeo de la Tierra por rocas y bólidos del espacio. Velikovsky lo atribuyó a un errante planeta Venus que ingresó a la carrera en nuestro sistema solar, tal cual como Firestone lo atribuye a la Supernova de hace 41,000 años. Aunque, el racimo de Cometas Cíclicos, explicado mediante la relación con un Sol Compañero, encaja mejor con toda la información, aunque una supernova bien podría ser la "recién llegada" al sistema solar. Leer a Velikovsky cambió el gusto de mi investigación desde lo metafísico hacia lo científico, y el resultado fue "El Síndrome de Noé". En cualquier caso, lo que está perfectamente claro es que la historia de Noé y la historia de la Atlántida son apócrifas: muchos pequeños grupos de personas sobrevivieron al suceso de hace 12,000 años, aquí y allí, y muchos pudieron haber sobrevivido porque sabían que algo se venía, leyeron las señales. Luego, en sus historias y leyendas sus descendentes describieron la supervivencia gracias a la intervención de sus particulares deidades, con el objetivo de darle a esa deidad más autoridad. El fondo de la cuestión es: cualquiera puede ser un Noé hoy en día, si están informados y prestan especial atención a lo que está sucediendo.

Volviendo al artículo que comenzó la discusión: Malas Noticias - Nos hemos pasado de nuestra "fecha de extinción":
Algunos dicen que el mundo terminará en llamas, otros dicen helado, escribió Robert Frost. Pero cualquiera que sea nuestro destino, ya está retrasado.

Luego de analizar la erradicación de millones de especies antiguas, los científicos han encontrado que una extinción en masa sucederá en cualquier momento.

Su investigación ha mostrado que cada 62 millones de años, más o menos 3 millones de años, las criaturas son borradas de la superficie del planeta en cantidades masivas. Lo que es peor, los científicos no tienen idea del porqué.

"No hay duda acerca de la existencia de este ciclo de extinciones en masa cada 62 millones de años. Es muy, muy claro por el análisis de los restos fósiles", según el Profesor James Kirchner, de la Universidad de California. "Desafortunadamente, estamos totalmente perdidos acerca de su causa".
Esta parte del artículo es un tanto insincera. Es bien sabido que existen otras extinciones mayores y que ¡el ciclo no SÓLO es cada 62 millones de años!. También existen fuertes señales de un ciclo de extinción cada 26 millones de años. Los diferentes números estimativos sobre las mayores extinciones masivas de los últimos 540 millones de años, se deben principalmente a la elección del investigador individual en llamar "mayor" a un evento de extinción, así como también, el conjunto de informaciones que selecciona como mediciones determinantes [...]. Así entonces, la información acerca del ciclo de 62 millones de años proviene principalmente de evidencia sobre restos Fósiles Marinos.
El informe, publicado en la última revista Nature, fue realizado por el Profesor Richard Muller y Robert Rohde también del campus Berkeley. Han estudiado las desapariciones de miles de especies marinas (cuyos fósiles se conservan mejor que las especies terrestres) de los últimos 500 millones de años

Sus resultados fueron completamente inesperados. Se supo que las extinciones en masa han ocurrido en el pasado. Durante la extinción del período Permiano, hace 250 millones de años, más del 70 por ciento de todas las especies fueron eliminadas. Pero la mayor parte de la investigación sugirió que ésto estuvo relacionado a colisiones de asteroides u otros eventos aleatorios.

Pero Muller y Rohde descubrieron que, lejos de ser impredecible, las extinciones masivas ocurren cada 62 millones de años, un patrón que es "shockeante e imponente", de acuerdo a Kirchner.

¿Pero que cosa es la responsable? Aquí, los investigadores están en problemas. Han considerado el paso del sistema solar, a través de nubes de gas que permean la galaxia. Estas nubes podrían disparar desastres climáticos. Sin embargo, no se conoce ningún mecanismo para explicar porque el pasaje podría ocurrir cada 62 millones de años.

Alternativamente, el Sol podría poseer una estrella compañera aún no descubierta. La cual podría acercarse al Sol cada 62 millones de años, movilizando cometas fuera del sistema solar y propulsándolos hacia la Tierra. Tal compañera del Sol nunca ha sido observada, sin embargo, y en cualquier caso una órbita tan extensa sería inestable, dijo Muller. O quizás algún tipo de ciclo geofísico interno, dispara una actividad volcánica masiva cada 62 millones de años, dijeron Muller y Rohde. Como consecuencia, cenizas rodearían el planeta llevándolo a un brusco descenso de las temperaturas que congelarían a la mayoría de las criaturas hasta la muerte.

Desafortunadamente, los científicos no conocen de tal ciclo geológico. "Hemos intentado todo lo que podíamos para encontrar una explicación a estos extraños ciclos de biodiversidad y extinción" dijo Muller. "Hasta ahora hemos fallado. Y sí, estamos cerca de uno pronto, pero todavía no entraría en pánico".

© Desconocido
¿Viene hacia aquí?
Bueno, tienen un problema, ¿no es cierto?. Piensan que se viene y, basado en leyendas antiguas, sucede muy rápido y casi sin aviso.

Las clásicas "Cinco Grandes" extinciones masivas identificadas por Raup y Sepkoski en 1982 (interesantemente, en la misma época en la que yo había comenzado a preguntar por el Fin del Mundo, como se profetizaba en las Revelaciones, culminando en el "Síndrome de Noé" ¡en 1985!) son aceptadas extensamente como las más significativas. Ellas son:
El período Ordovícico (alrededor de 438 millones de años atrás) - 100 familias extintas. Más de la mitad de las especies de Briozoarios y Braquiópodos extintas.
78 millones de años después:
El período Devoniano (360 millones de años) - 30% de las familias animales extintas.
106 millones de años después:
Al final del período Permiano (245m de años) - Los Trilobitos se extinguieron. También el 50% de las familias animales, 95% de todas las especies marinas, y especies de árboles.
37 millones de años después:
El período Triásico (208m de años) - 35% de todas las familias animales murieron. La gran mayoría de las familias de dinosaurios se extinguieron y también la mayor parte de los Sinápsidos (a excepción de los mamíferos).
143 millones de años después:
En el Cretáceo-Terciario (K-T) (alrededor de 65m de años) - cerca de la mitad de todas las formas de vida perecieron, incluyendo a los dinosaurios, pterosaurios, plesiosaurios, mosasauros, moluscos fósiles, grandes familias de peces, almejas, caracoles, esponjas, y muchas otras.
Como se puede observar arriba, utilizar el número de "62 millones de años" y construir una teoría de ello resulta un tanto equivocado

A Raup y Spkoski se los menciona como quienes identificaron los "Cinco Grandes", pero la verdad es que Sepkoski, paleontólogo de la Universidad de Chicago, actualmente sugirió que la extinción de los dinosaurios hace 65m de años ¡¡fue parte de un ciclo de 26 millones de años!! Sin embargo, me gustaría mencionar que si se multiplica el número 26 llegamos a resultados interesantes: 3x26 es 78, que es el momento entre las extinciones de los períodos Ordovícico y Devoniano; 4x26 es 104 que está bastante cerca de los 106 millones de la extinción entre los períodos Devoniano y Permiano; y 5x26 es 130m, que (cuando se manejan esta clase de números) está lo suficientemente cerca de la distancia entre el Triásico y el Cretáceo-Terciario. Entonces, quizás hay algo en esto de los 26 millones de años después de todo, solo que cada "retorno" ha tenido efectos diversos, basados en muchas otras variables del sistema solar. La estrella compañera con una órbita de 26m de años podría ser más estable, ya que Muller ha sugerido que una orbita de 62m de años es demasiado grande para ser estable.

Si postulamos la orbita de 26 millones de años de la estrella compañera, utilizando las Cinco Grandes Extinciones como punto de partida, encontraríamos que debió haber habido un retorno hace unos 39 millones de años, y luego otro hace 13 millones de años, lo que nos pondría en la mitad de camino de la orbita de la estrella compañera. Pregunta: ¿es esta mitad de camino aproximada al afelio o al perihelio? Donde quiera que esté el hipotético Gemelo del Sol en estos momentos, lo que sabemos es que existen otros eventos de extinción de gran magnitud que parecen tener poco que ver con el ciclo de 62m de años. Otra cuestión que es un hecho, es que los eventos de extinción ocurren mucho más frecuentemente de lo que el público en general sabe. Y sí, estamos pasados de uno. Dejando un poco de lado los disparadores de extinciones masivas, veamos como algunas extinciones pueden ocurrir:
Formas de destruir la vida

De todas las formas que los científicos han propuesto, aquí hay algunas de las principales. Conceptualmente existen 4:
1. Congelamiento (Bola de Nieve)
2. Estado de ebullición (Efecto Invernadero)
3. Caída de un meteorito (Impacto)
4. Cubierto con cenizas y Lava (Erupción volcánica gigante)
Es importante remarcar que los puntos 3 y 4 son escencialmente formas que explican los puntos 1 y 2, aunque el congelamiento y el estado de ebullición son todavía teorías por derecho propio, mientras estemos involucrados en círculos viciosos en que calentamos más la tierra, a medida que más gases sean producidos (al menos en teoría).

Ahora todo esto está muy bien pero, ¿cómo es que estos efectos físicos causan extinciones masivas (sólo puntos 1 y 2)? La respuesta mas simple es el clima. Todas las especies vivientes en la Tierra hoy en día y presumiblemente en el pasado están adaptadas a cierto rango de condiciones. En la misma forma que si repentinamente nos llevaran al Polo Norte y esperando vivir allí por un año con un vestido de lana sin mangas y una barra de cereal, seguramente moriríamos.

Es el mismo caso de un evento de extinción, en que esencialmente las zonas climáticas se moverían alrededor del globo (así que el ejemplo de ser puestos en el polo norte, no es tan extraño como pensaríamos), y los ecosistemas estarían privados de luz y nutrientes. Como resultado, las plantas y animales fuera de equilibrio con su entorno, no sólo causarían la muerte de individuos, sino de especies enteras. Con la muerte de especies se abriría un hueco en la cadena alimenticia, e incluso, los animales adaptados al nuevo clima, se encontrarían sin alimento y morirían, y así sucesivamente...

PROBLEMAS DE EXTINCIÓN EN UN EXTRAÑO ECOSISTEMA

Si consideraramos el ejemplo de nosotros en el Polo Norte, pero esta vez con una caja llena de barras Mars, asumiendo que no hemos muerto de frío en el primer día, lentamente nos iríamos acostumbrando al mismo, quizás encontraríamos algún refugio, pero tan pronto como nos quedásemos sin las barras, y a menos que encontremos una fuente alternativa de alimento moriríamos de hambre. Para crear un ecosistema más dinámico, permítanos asumir que fuésemos una fuente de alimento, como por ejemplo, para un oso polar; ahora, si hemos muerto, ¿que comería el oso polar?.

Desafortunadamente, mi ejemplo se cae, porque nadie creería que sin comer barras Mars irán a reproducirse descontroladamente. Sin embargo, en nuestro ecosistema de barras Mars y en el Polo Norte, con nosotros y los osos polares, asumamos que encontramos refugio y ropa extra, con lo que el frío ya no controla nuestro número, y encontramos la receta e ingredientes para las barras. En ese caso, serían los osos polares quienes controlen nuestro número ya que serían nuestros depredadores directos. Si el oso polar fuera borrado, nuestro número dejaría de ser controlado y nuestra población crecería durante muchas generaciones, hasta que eventualmente no podríamos suplirnos de barras o quizás nos hubiéramos comido todas las existentes en el mundo. Esto causaría una gran desastre para la población, o quizás la extinción de la raza humana (o al menos aquellos dependientes de las barras). Este simple ejemplo abstracto ayuda a ilustrar el punto en el que todos los niveles de la cadena alimenticia necesitan estar en su lugar, de lo contrario habría inestabilidad en todas las otras poblaciones. La descripción de arriba, acerca de como el calentamiento global o enfriamiento pueden causar extinciones masivas, es inteligente, pero no toma en cuenta la creatividad de los seres humanos. Ciertamente, podría haber una masiva reducción de la población humana como consecuencia del calentamiento global o enfriamiento, pero sería improbable producir una extinción masiva como las que hemos evidenciado en el pasado. Déjenme hacer una cita del libro La historia secreta:

En los años 40, el Dr. Frank C. Hibben, Prof. De Arqueología de la Universidad de Nuevo México, comandó una expedición a Alaska para buscar vestigios humanos. No encontró restos; encontró millas y millas de lodo congelado apiñado con Mamuts, mastodontes, y varios tipos de bisontes, caballos, lobos, osos y leones. Los miembros de la expedición observaron con horror, mientras las excavadoras empujaban el lodo semi derretido en cintas transportadoras usadas para la extracción de oro. Grandes colmillos y huesos rodaban frente a las palas. Los cadáveres fueron encontrados en actitudes de muerte repentina, la mayoría "hechos pedazos a causa de algún disturbio catastrófico inexplicable." ."[Hibben, Frank, The Lost Americans (New York: Thomas & Crowell Co. 1946)]

La evidencia de violencia en las muertes de estas masas de animales, combinado con el hedor de la carne podrida fue casi insoportable de ver y de considerar qué lo habría causado. El campo de muerte se extendía literalmente por cientos de millas en todas direcciones. Había árboles y animales, capas de musgo retorcido y enmarañado como si alguna máquina Cósmica lo hubiera absorbido todo hace 12,000 años y luego congelados instantaneamente dentro de una masa sólida. [Sanderson, Ivan T., "Riddle of the Frozen Giants", Saturday Evening Post, No. 39, Enero 16, 1960.]

Al norte de Siberia, islas enteras están formadas de huesos de animales del Pleistoceno barriendo hacia el norte desde el continente hasta el congelado océano ártico. Una estimación sugiere que 10 millones de animales están sepultados a lo largo de los ríos al norte de Siberia. Miles de miles de colmillos crearon un masivo mercado del marfil en China, todos extraídos de mamuts y mastodontes de Siberia. El famoso Mamut de Beresovka llamó la atención por sus propiedades de conservación al haberse congelado rápidamente y encontrándose hierbas en el interior de su boca.

¿Qué clase de terrible evento se llevó las vidas de millones de criaturas en un solo día? La evidencia sugiere un enorme tsunami atravesando tierras, tumbando animales y vegetación, para finalmente ser rápidamente congelados por los próximos 12,000 años. Pero la extinción no solo fue limitada al Ártico, aunque son los lugares más fríos los que han conservado las pruebas hasta nuestro tiempo.

El Paleontólogo George G. Simpson, considera que la extinción del Caballo del Pleistoceno en norteamérica, ha sido uno de los episodios más misteriosos en la historia de zoología, confesando que "nadie sabe la respuesta". También es lo suficientemente honesto para admitir que ese es el gran problema de la extinción de muchas otras especies en América al mismo tiempo. [Simpson, George G., Horses, New York: Oxford University Press) 1961]. El caballo, tortugas gigantes que vivían en el caribe, el perezoso gigante, el tigre de dientes de sable, el gliptodonte y el toxodón. Todos estos eran animales tropicales. Estas criaturas no murieron a causa de "la escalada gradual" de una era de hielo, "a menos que uno pueda postular temperaturas congelantes a través del Ecuador, lo que sería algo muy improbable" [Martin, P. S. &; Guilday, J. E., "Bestiary for Pleistocene Biologists", Extinción Pleistocena, Universidad de Yale, 1967]

Masivas pilas de huesos de mastodontes y de tigres dientes de sable fueron descubiertos en Florida. Mastodontes, Toxodones, perezosos gigantes y otros fueron encontrados en Venezuela frizados instantáneamente en glaciares montañosos. Rinocerontes lanudos, armadillos y castores gigantes, jaguares gigantes, antílopes y cientos de otras especies fueron totalmente borradas al mismo tiempo, al final del Pleistoceno, aproximadamente 12,000 años atrás.

Este evento fue global. El mamut de Siberia desapareció al mismo tiempo que el rinoceronte gigante de Europa. Es obvio que la causa de estas extinciones ha sido común para ambos hemisferios y que no fue gradual. Una "glaciación dispareja" no hubiera causado extinciones, porque los animales simplemente hubiesen migrado a otros lugares más aptos. Lo que vemos aquí es un evento de sorpresiva violencia descontrolada. [Leonard, R. Cedric, Apéndice A en "A Geological Study of the Mid-Atlantic Ridge" - Bethany: Cowen Publishing 1979)].

En otras palabras, hace 12,000 años, en una época que hemos vivido y que volverá a suceder una y otra vez, algo terrible pasó, tan terrible que la vida en la Tierra fue casi eliminada en un solo día.

Harold P. Lippman, admite que la magnitud de los fósiles y colmillos encajonados en los hielos Siberianos, presentan una "dificultad insuperable a la teoría del Uniformitarianismo, ya que ningún proceso gradual puede resultar en la preservación de cientos de miles de colmillos y de cuerpos enteros, incluso si han muerto en invierno" [Lippman, Harold E., "Frozen Mammoths", Geología Física, (New York 1969)]. Esto es verdad especialmente cuando muchos de estos cuerpos poseían grasas y hojas no digeridas en sus estómagos.

El Geólogo del Pleistoceno William R. Farrand del Observatorio Geológico Lamont-Doherty, quien se opone al catastrofismo en cualquiera de sus formas, dice: "La muerte repentina se evidencia en la robusta condición de los animales y en sus estómagos llenos... los animales eran robustos y saludables cuando murieron." [Farrand, William R., "Frozen Mammoths and Modern Geology", Science, Vol.133, No. 3455, Marzo 17, 1961]. Desafortunadamente, y a pesar de su admisión, este pobre hombre parece ser incapaz de enfrentar la realidad de una catástrofe global representada por lo millones de huesos depositados en todo el planeta justo sobre el final del Pleistoceno. Hibben resume toda la situación en una sola frase: "El período de Pleistoceno culminó con muertes. Esta no fue una extinción ordinaria de un vago período geológico, que fracasó para un fin incierto. Esta muerte fue catastrófica e incluyó a todos."



© Red Pill Press
La historia secreta del mundo
La conclusion es, nuevamente, que el final de la Era de Hielo, la extinción del Pleistoceno, el final del Paleolítico superior, etc, y el final del "reino de los dioses", todo tuvo un desenlace global y catastrófico hace 12,000 años. [La Historia Secreta del Mundo].

Este es el evento que Firestone, West y Warwick-Smith discuten en su libro, The Cycle of Cosmic Catastrophes: Flood, Fire, and Famine in the History of Civilization, mencionado más arriba.

Pero si los hechos mencionados son el resultado de tal catástrofe, ¿cómo se habría visto? Lo siguiente está resumido y adaptado, capítulo 11 del libro de Firestone, West, and Warwick-Smith':
Comenzó con meteoritos cayendo como gotas de lluvia, algunos aquí y otros allá. Quizás algunos golpearon el Sol provocando grandes llamaradas solares. Las llamaradas solares provocan coloridas auroras incluso durante el cielo de día. Luego el día de los cometas llegó. De horizonte a horizonte, creciendo segundo a segundo, entraron en la atmósfera, brillando más que el sol.

Recalentado a inmensas temperatures en su paso a través de la atmósfera, el conjunto letal explotó en miles de pedazos del tamaño de montañas y en nubes de polvo helado. Las piezas más pequeñas explotaron en la atmósfera, creando múltiples detonaciones que pintaron el cielo de rojo y naranja.

Luego el cometa más grande golpeó la estela de hielo abarcando parte del hemisferio norte, en lo que ahora es la Bahía de Hudson. Otros cometas golpearon en el Lago de Michigan, Canadá, Siberia y Europa. Luego, la Tierra fue sacudida por oleadas de impactos, agitándola violentamente durante diez minutos de gran estremecimiento. Fisuras se abrieron, árboles cayeron, y ríos desaparecieron dentro de la Tierra agrietada.

A segundos del impacto, la onda expansiva de aire supercaliente se expandió a más de 1000 millas por hora, atravesando la tierra, arrancando árboles del suelo por los aires, movilizando rocas de las montañas, quemando plantas, animales y también humanos en su camino. Los únicos sobrevivientes son aquellos sumergidos bajo tierra o agua.

A través de la parte superior de Norte América y Europa, la inmensa energía de los impactos sopló una serie de burbujas superpuestas, gigantes, empujadas hacia la atmósfera para crear un vacío dentro. Cuando las burbujas pasaron, la presión del aire cayó haciéndose difícil respirar. Detrás de la expansión de las burbujas, la Tierra fue despojada de su escudo protector que es la atmósfera. La explosión eyectó pequeños y rápidos granos en todas las direcciones a través del fino aire. Algunos se alojaron en árboles, plantas y animales, mientras otros se elevaron para luego caer nuevamente a increíbles velocidades ya que no había atmósfera que los destruyera. En el mismo momento, rayos cósmicos a altas velocidades bombardearon el área con radiación. Animales y humanos en el foco del bombardeo murieron. Objetos inanimados parecieron cobrar vida al temblar y sacudirse en la zona del bombardeo.

Cuando el impulso de la onda de choque cesó, el vació comenzo a extraer el aire. Mientras la atmósfera expandida volvía apresuradamente al sitio de impacto, las burbujas colapsaron, absorbiendo gases calientes y polvo hacia dentro, a la velocidad de un tornado. Parte del polvo escapó de la atmósfera de la Tierra mientras que el resto se transformó en una nube roja con forma de hongo que se exparció por miles de millas a través de la atmósfera, bloqueando el sol y sumergiendo a la Tierra en la oscuridad.

El polvo y los desechos, que eran muy pesados, comenzaron a caer de vuelta en la Tierra. Todavía super calientes por la explosión, volvieron en forma de poderosa lava. Los pedazos que cayeron en las capas de hielo continentales, derritieron incalculables litros de agua instantáneamente causando inundaciones en todas direcciones.

El rugiente ascenso a través de los agujeros creados por las burbujas, creó una poderosa bajada de temperatura en el aire a grandes altitudes, viajando a miles de millas por hora. Con temperaturas que exedían los 150º F bajo cero, la columna de aire impactó el suelo irradiando numerosos lugares en todas las direcciones, congelando todo lo que tocaba en segundos. Los árboles y plantas se convirtieron en estatuas, y los mastodontes y mamuts todavía están congelados en Siberia.

Las rápidas fluctuaciones de temperaturas significaron el final de millones de plantas y animales... pero la destrucción fue sólo el comienzo. Los impactos y los temblores dispararon enormes terremotos a lo largo de las fallas existentes desde las Carolinas hasta California mientras se despertaban volcanes dormidos desde Islandia al otro lado del pacífico. Erupcionando con furiosa actividad, lanzaron lava caliente y químicos nocivos en el aire, agregándo componentes a la ya pesada nube que cubría todo.

Los impactos y las erupciones dieron comienzo a miles de incendios, en donde quiera que había combustible para alimentarlos, algunos de los cuales duraron días. Veloces vientos expandieron los fuegos por los bosques creando un infierno moviéndose más rápido que las aves y animales. Los árboles volaron como bombas, las rocas explotaron como granadas, y explosiones de vapor tuvieron lugar mientras el fuego se movía sobre aguas congeladas. Cuando los fuegos se acabaron quemándose a sí mismos, no quedaban más que carbones encendidos en los continentes. Los nocivos químicos en la atmósfera volvieron a la Tierra en forma de lluvia venenosa. En algunos lugares, el aire era demasiado tóxico para soportar formas de vida.

El impacto en la Bahía de Husdon envió hacia el cielo 200,000 millas cúbicas de hielo. Una lluvia de desechos incandescentes y de hielo vaporoso cayeron sobre la mayor parte de Norteamérica, Europa y Asia. En minutos, la masiva masa de objetos, más de 500,000 de ellos, impactaron sobre las Carolinas y más al Este, explotando en bolas de fuego dando origen a las bahías de Carolina.


© Fairchild Aerial Surveys for the Ocean Forest Company
Vista aérea de una parte de la Bahía de Carolina, tomada en 1930
Pedazos de hielo y basura, grandes y pequeños cayeron en el Atlántico y en el Pacífico, desde el Golfo de México hasta el Ártico, desde Europa hasta Asia e incluso África. Más de un cuarto del planeta estaba sitiado.

Pero incluso eso no fue todo.

El impacto en el glaciar de la Bahía de Hudson envió agua derretida a alta velocidad por debajo de la capa de hielo. Las oleadas levantaron e hicieron flotar grandes porciones de hielo, causando que bloques monolíticos de hielo se movieran hacia el sur a lo largo de cientos de millas. Moviéndose rápidamente, los bloques se incrustaron en los bosques arrasando con árboles.

Los océanos también eran objetivos. Miles de pedazos de hielo y nubes de agua lodosa impactaron sobre el Atlántico causando colosales detonaciones. Las múltiples colisiones dieron comienzo a inmensos deslizamientos bajo el agua en las Carolinas y Virginia, soltando miles de millas cúbicas de barro. Gracias a ello, el barro desató una ola gigantesca de 1000 pies de alto hacia Europa y Africa a una velocidad de 500 millas por hora.

Nueve horas después la ola impactó en Europa, 1000 pies de alto a 400 millas por hora, probablemente llevándose consigo algunos de los sobrevivientes de las primeras explosiones. La ola ingresó tierra adentro cientos de millas, devastando todo en su camino. Todo ser vivo en las costas murió instantáneamente.

Luego, el agua tuvo una pequeña pausa para volver hacia la costa, llevándose consigo todos los restos de plantas y animales. La oleada provocó, a su vez, derrumbes fuera de la costa en Europa y África, enviando una segunda ronda de mega-olas de regreso hacia Norteamérica y Sudamérica. Millas de costas fueron impactadas por olas de 100 pies provocando otra ronda de tsunamis hacia Europa y Africa una vez más. Pero ya poco quedaba para ser dañado.

En minutos luego de los impactos, el aire congelado y el vapor de agua se combinaron para producir grandes nevadas que llegaron hasta México, el Caribe y el Norte de África. En el sur, la nieve se transformó en lluvia y el hemisferio norte quedó bajo un aguacero durante meses, un aguacero de agua nocivamente contaminada y mortal. Cualquiera que hubiese tenido la suerte de sobrevivir ahora era una víctima potencial de la lluvia ácida.

El agua derretida de los glaciares tuvo otro efecto: La creciente en el Atlántico Norte, desactivó la corrinete oceánica que llevaba agua caliente para los climas del norte. Una vez desactivada, y con nubes de polvo bloqueando el sol, la temperatura cayó drásticamente. A pocos días o semanas después de los impactos, las temperaturas continentales cayeron por debajo del congelamiento, y una brutal era polar se dispersó a través de la tierra, quedándose allí por otros mil años.

Y todo esto en solo un instante, en menos tiempo de lo que lleva cocinar o enviar un email.



© Desconocido
Hace 65 millones de Años un Dinosaurio Encuentra Su Condenación: ¿Seremos los próximos?
Se darán cuenta, por supuesto, que "hace 12,000 años" es tan solo una estimación porque algunas de las fechas son obtenidas de eventos muy antiguos. Cuando consideramos un Ciclo Cometario de 3600 años, este rango podría contemplar más de un evento. Pero lo importante es que el evento principal sí sucedió, aparentemente, en un solo día y, basado en información científica recolectada por Firestone, fue uno de los más horrorosos eventos que hayan sucedido en la Tierra desde la aparición del Homo-Sapiens moderno.

¿Porqué continúo refiriéndome al ciclo de 3600 años? Bueno, agregando a lo ya explicado dentro del contexto del experimento Cassiopaea, parece ser que este ciclo de 3600 años es lo suficientemente importante para algunas civilizaciones antiguas y fue la base de sus matemáticas.

Alrededor del 3200 AC, los Sumerios idearon su sistema numérico, asignando símbolos gráficos especiales a las unidades 1, 10, 60, 600, 3600. Eso quiere decir que los Sumerios no contaban en decenas, cientos y miles, sino que habían adoptado su base en 60, agrupando las cosas en 60's de la misma manera que nosotros contabilizamos el tiempo en horas, minutos y segundos, y los grados del círculo.

Sesenta es un número grande para utilizarlo como base de un sistema numérico. Es difícil de memorizar porque requiere aprender 60 signos diferentes (palabras). Los Sumerios solucionaron esto utilizando el 10 como intermediario entre los diferentes ordenes de magnitudes sexagesimales: 1, 60, 602, 603, etc. La palabra para el 60 es la misma palabra para la unidad. El número 60 representaba un cierto nivel, por encima del cual, los múltiplos del 60 hasta el 600 eran expresados utilizando el 60 como nueva unidad. Cuando alcanzaban el 600, el próximo nivel era tratado como otra unidad, con múltiplos hasta el 3000. El Número 3600 ó sesenta sesentas, se lo llamó de otra manera: šàr, y éste se convirtió en otra unidad.

Entonces, el misterio es: ¿Porqué los Sumerios veneraron el número 60 - y su múltiplo 60 X 60 - en su sistema numérico?

Zecariah Sitchin, creía que era porque había un décimo planeta en el sistema solar que tenía una órbita de 3600 años, y que basaron su sistema en el ciclo de este evento. Pero la evidencia del décimo planeta (como planeta), y las ideas relacionadas con ello, es escasa, mientras que la evidencia de un bombardeo de desechos cometarios crece día a día. Examinando la información no hace falta ser ningún genio para concluir que hay algo que regresa cada 3600 años, parece ser un grupo de cuerpos cósmicos más que un décimo planeta.

Y son malas noticias.

Laura Knight-Jadczyk & Henry See
Sott.net
mar, 20 mar 2007 14:37 CDT




Traducción al español por el Averiguador y Toño

© Desconocido

¿Nos hemos pasado de la fecha de vencimiento?

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