por Usko Ahonen, 29 Noviembre 2012
traducción de Editorial-Streicher, 20 Febrero 2013
del Sitio Web Editorial-Streicher, versión original en Ingles
En www.ufodigest.com encontramos este interesante artículo publicado en Noviembre recién pasado, y que trata, como su título lo señala, acerca de la temática de los Arcontes que se encuentra en los escritos de los gnósticos y en los artículos del señor John Lash que hemos publicado en este sitio.
El autor de este texto que hemos traducido estudió medicina en Finlandia y trabajó como médico durante siete años en hospitales finlandeses y en el ejército. Ha estudiado a finlandeses contactados y abducidos por OVNIs. Se dedica ahora además a su trabajo de periodista en un semanario local de Kiuruvesi, donde enseña medicina a los principiantes en su universidad local.
La moderna ovnilogía por lo general postula que los alienígenas vienen desde otro planeta o dimensión. Pero ¿y si ellos han estado aquí desde el alba de los tiempos? El erudito autodidacta John Lash tiene una teoría más convincente arraigada en el Gnosticismo: que algunos alienígenas son los Arcontes, estériles y corruptos primos del hombre puestos aquí por las mismas fuerzas celestiales que crearon a los seres humanos.
De los Arcontes se murmuraba en los textos, después del incendio de la biblioteca de Alejandría que contenía alguna mención de estos misteriosos seres. Pero los poderes fácticos pasaron 1.300 años expurgando los archivos, y prácticamente han suprimido a los Arcontes de la historia humana. En 1947 fueron encontrados unos textos en jarrones de arcilla en Nag Hammadi, en Egipto. En esos textos había una historia de lo que la gente de Nag Hammadi, hace 2.000 años, pensaba de qué se trataba el mundo.
La palabra Arconte significa "primordial" y también un "gobernante", y existen los Arcontes en contraste con los Eones, quienes, en la teoría gnóstica, son las, "innumerables emanaciones de Dios, que participan en la creación y el gobierno del universo". Según el mito, los Arcontes fueron creados por una entidad interdimensional celeste llamada Sofía, quien era el Pleroma junto con los otros Eones, y así parcialmente emancipada de la integridad del Padre Divino
. Los Arcontes son un producto derivado de Sofía, pero corrupto porque ellos no habían sido aprobados por los otros Eones. Esto sucedió hace miles de millones de años, antes de que el Sistema Solar naciera. Estas conciencias celestes son difíciles de imaginar, ya que ellas existen fuera del espacio y el tiempo. Un Arconte materializado con forma de un recién nacido parecería ser tranquilo, psicótico y propenso a la mentira.
Los Arcontes son seres inorgánicos interdimensionales, quienes rigen y gobiernan sobre la Materia. Esto los hace parecer como divinos ante los humanos, pero ellos son entidades incompletas, ya que carecen de la conciencia y la experiencia humanas. Ellos no vienen desde ninguna civilización, ni las crean tampoco. El primer Arconte, que creó a todos los otros, es llamado Yaldabaoth ("el criador de la colmena"). Este líder "reptiliano" es agresivo, territorial, y está cargado de poderes demoníacos.
Los Arcontes desean mantener a la Humanidad bajo "la coacción del miedo y la preocupación", porque ellos se alimentan de tales emociones. La energía negativa les da el espacio para funcionar. Ellos son parásitos psíquicos capaces del control de la mente en muchos niveles. Pero ellos existen, y han existido, sin los humanos, y no nos necesitan para su supervivencia.
Los Arcontes no pueden habitar la Tierra, que es hostil para ellos. Los Arcontes están atrapados en la ilusión de que ellos crearon a los humanos. Ellos no tienen alma sino sólo una mente común, una mentalidad de tipo colmena. Según John Lash, los textos gnósticos describen dos clases de Arcontes: unos con forma de feto o de embrión - y de aquí los Grises de la moderna ciencia de los OVNIsy otros con forma reptiliana.
Ellos "secuestran las almas durante la noche", una descripción precisa de las modernas abducciones realizadas por los extraterrestres. La envidia (avaricia) y la arrogancia (egocentrismo) son sus rasgos primarios. Ellos son zánganos descerebrados, ávidos de poder sobre nosotros y demasiado cobardes para salir a campo abierto y revelarse a sí mismos. Ellos no tienen ningún poder de concentración, ninguna facultad innata que conecte la intención con la atención.
El evangelio gnóstico dice:
"Los Arcontes provocaron un "trance" sobre Adán... Ellos lo pusieron en un estado somnoliento, pero fue la percepción de él la que ellos embotaron...Ellos hacen nuestros corazones pesados, de manera que no podamos prestar atención y no podamos ver. Entonces perdemos el reflejo de la Luz Divina dentro de nosotros".
Los antiguos videntes gnósticos detectaron e investigaron el problema de la intrusión alienígena antes del primer siglo d.C. Ellos creían que los Arcontes eran la amenaza primaria para la Humanidad. Los videntes gnósticos tenían que ser expertos en la razón no-ordinaria para interpretar las experiencias a las que ellos se sometieron en estados de percepción aumentada.
Lash advierte que no hay que esperar que los Arcontes sean racionales. Lo que aprendemos sobre estas entidades implicará la razón no-ordinaria, pero esto no será un sin sentido irracional. En general, "La mentalidad de los Arcontes no puede ser rectificada" y, lo que es peor, "la mentalidad arcóntica de tipo colmena no es capaz de un desarrollo".
En la antigua Roma los gnósticos se consideraban a sí mismos como cristianos, y vivieron en armonía con los demás durante cientos de años. Ellos eran predominantes en un sentido religioso. Los gnósticos "modernos", New Age, tienen muy poco que ver con ellos.
Los Arcontes son seres inorgánicos interdimensionales, quienes rigen y gobiernan sobre la Materia. Esto los hace parecer como divinos ante los humanos, pero ellos son entidades incompletas, ya que carecen de la conciencia y la experiencia humanas. Ellos no vienen desde ninguna civilización, ni las crean tampoco. El primer Arconte, que creó a todos los otros, es llamado Yaldabaoth ("el criador de la colmena"). Este líder "reptiliano" es agresivo, territorial, y está cargado de poderes demoníacos.
Los Arcontes desean mantener a la Humanidad bajo "la coacción del miedo y la preocupación", porque ellos se alimentan de tales emociones. La energía negativa les da el espacio para funcionar. Ellos son parásitos psíquicos capaces del control de la mente en muchos niveles. Pero ellos existen, y han existido, sin los humanos, y no nos necesitan para su supervivencia.
Los Arcontes no pueden habitar la Tierra, que es hostil para ellos. Los Arcontes están atrapados en la ilusión de que ellos crearon a los humanos. Ellos no tienen alma sino sólo una mente común, una mentalidad de tipo colmena. Según John Lash, los textos gnósticos describen dos clases de Arcontes: unos con forma de feto o de embrión - y de aquí los Grises de la moderna ciencia de los OVNIsy otros con forma reptiliana.
Ellos "secuestran las almas durante la noche", una descripción precisa de las modernas abducciones realizadas por los extraterrestres. La envidia (avaricia) y la arrogancia (egocentrismo) son sus rasgos primarios. Ellos son zánganos descerebrados, ávidos de poder sobre nosotros y demasiado cobardes para salir a campo abierto y revelarse a sí mismos. Ellos no tienen ningún poder de concentración, ninguna facultad innata que conecte la intención con la atención.
El evangelio gnóstico dice:
"Los Arcontes provocaron un "trance" sobre Adán... Ellos lo pusieron en un estado somnoliento, pero fue la percepción de él la que ellos embotaron...Ellos hacen nuestros corazones pesados, de manera que no podamos prestar atención y no podamos ver. Entonces perdemos el reflejo de la Luz Divina dentro de nosotros".
Los antiguos videntes gnósticos detectaron e investigaron el problema de la intrusión alienígena antes del primer siglo d.C. Ellos creían que los Arcontes eran la amenaza primaria para la Humanidad. Los videntes gnósticos tenían que ser expertos en la razón no-ordinaria para interpretar las experiencias a las que ellos se sometieron en estados de percepción aumentada.
Lash advierte que no hay que esperar que los Arcontes sean racionales. Lo que aprendemos sobre estas entidades implicará la razón no-ordinaria, pero esto no será un sin sentido irracional. En general, "La mentalidad de los Arcontes no puede ser rectificada" y, lo que es peor, "la mentalidad arcóntica de tipo colmena no es capaz de un desarrollo".
En la antigua Roma los gnósticos se consideraban a sí mismos como cristianos, y vivieron en armonía con los demás durante cientos de años. Ellos eran predominantes en un sentido religioso. Los gnósticos "modernos", New Age, tienen muy poco que ver con ellos.
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