La marihuana ha sido utilizada por años como tratamiento para una gran variedad de enfermedades, incluyendo los dolores y náuseas resultante de los tratamientos de cáncer y otras enfermedades. De acuerdo a la Asociación del Pulmón de Estados Unidos, el humo de la marihuana contiene una mayor cantidad de cancerígenos en comparación con el tabaco, y con el tiempo puede producir deterioro cognitivo y daños en los órganos. Encontrar alternativas más seguras que la marihuana medicinal es fundamental para tratar síntomas sin dañar el cuerpo.
Medicamentos para el dolor
Uno de los principales usos de la marihuana medicinal es el control del dolor. De cualquier manera, medicamentos de venta libre tales como el acetaminoféno o el ibuprofeno y medicamentos que requieren prescripción tales como la codeína pueden funcionar como alternativas seguras y efectivas a la marihuana medicinal. Un informe publicado en el “British Medical Journal”, que repasaba nueve ensayos que comparaban la marihuana con otros medicamentos para el dolor, descubrió que la marihuana no era más efectiva que la codeína a la hora de controlar los dolores agudos, crónicos o del cáncer. Algunas enfermedades pueden responder de una mejor manera a determinados medicamentos que otras. Los pacientes siempre deben consensuar con sus médicos el uso de medicamentos para el dolor, ya que algunos están contraindicados frente a determinadas condiciones de la salud.
Medicamentos contra la náusea
Los pacientes de cáncer bajo tratamiento de quimioterapia o radiación, y otras personas que sufren de náusea pueden utilizar la marihuana debido a sus propiedades anti-náusea. Hay muchas otras opciones de medicamentos con prescripción para el alivio de la náusea, tales como el Zofrán, que no produce los riesgos dañinos de la marihuana. De cualquier modo, debido a que estos medicamentos pueden causar efectos secundarios como ansiedad, y pueden interactuar con otros medicamentos, su uso debe ser discutido con un médico. También hay disponibilidad de remedios para la náusea que no necesitan prescripción, que generalmente no provocan efecto secundario alguno. Entre los remedios caseros para la náusea se encuentra el gengibre, que se puede comer en rodajas, beberse en forma de te o de ginger ale, y el limón, que puede exprimirse en forma de líquido o simplemente ser olfateado.
Activadores CB1
Los usuarios de marihuana experimentan el efecto de la droga cuando el químico tetrahidrocanabinol, o THC, se ciñe a ciertos sitios del cerebro y del sistema nervioso periférico. Estos sitios se llaman receptores canabinoideos o CB1. Los receptores CB1 activados liberan neurotransmisores que producen los efectos de euforia de la marihuana. De cualquier manera, el THC no es la única sustancia que puede activar los receptores CB1; también son activados por sustancias naturales presentes en nuestros cerebros llamadas endógenos canabinóideos. Los componentes sintéticos pueden también ser capaces de activar estos receptores. Un estudio publicado en el “British Journal of Pharmacology” reveló que muchos componentes sintéticos activaban los receptores CB1 en huevos de rana. Todavía no se sabe con certeza si estos componentes provocarían el mismo efecto en humanos, pero los resultados de estos y otros estudios en animales son alentadores.
Agentes organofosfóricos
Los neurotransmisores generados por la activación de los receptores CB1 se derrumban con el tiempo, perdiendo el efecto “volado” de la droga. Un agente que pueda bloquear la descomposición natural de estos neurotransmisores puede brindar otra alternativa a la marihuana medicinal. Los Agentes organofosfóricos pueden cumplir esta función. Un estudio publicado en el periódico “Nature Chemical Biology” descubrió que los agentes organofosfóricos pueden inhibir la degradación de los neurotransmisores del receptor BC1. Prolongando el efecto de los canabinóideos endógenos en el cerebro, los agentes organofosfóricos pueden llegar a ofrecer los mismos beneficios de la marihuana, sin los efectos negativos. De cualquier modo, los agentes organofosfóricos han sido estudiados hasta el momento únicamente en animales y no se sabe si sería seguro que sean utilizados por humanos.
Fuente Ehow
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