La Corte Suprema de Nueva York, EE.UU., ha rechazado este jueves el intento de las autoridades de esta ciudad para limitar el tamaño de las bebidas gaseosas, responsables de la obesidad en este país.
A principios de junio, la ciudad de Nueva York solicitó la intervención de la Corte de apelaciones del estado para prohibir los refrescos grandes.
La medida fue anunciada por el entonces alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, en mayo de 2012, y ratificada en septiembre del mismo año por el Departamento de Salud de la ciudad.
El objetivo era prohibir que se vendieran frascos individuales de refrescos de más de 47 centilitros en restaurantes, cines, locales de comida rápida, puestos ambulantes y estadios, lo que habría marcado un hito en las grandes ciudades estadounidenses.
La municipalidad, sin embargo, se enfrentó con la oposición de los dueños de los locales afectados y fabricantes de bebidas, quienes señalaron que las autoridades de la urbe habían actuado por encima de sus poderes y no podían imponer semejante medida.
Pocas horas antes de su ejecución, en marzo de 2013, la medida fue bloqueada por un juez que la tildó de “caprichosa y arbitraria”. En julio de 2013, una Corte de apelaciones local falló en el mismo sentido.
El nuevo alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se comprometió con seguir adelante con una apelación ante la más alta Corte estatal. Pero ésta, al final, ha afirmado este jueves que el Departamento de Salud del estado no puede imponer esta medida porque sobrepasa sus poderes.
Cabe recordar que las cifras oficiales indican que un 58 % de los habitantes en Nueva York son obesos o tienen sobrepeso.
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