sábado, 21 de marzo de 2015

La comida orgánica tiene menos contenido en pesticidas y es más saludable que la convencional, sigue probando la ciencia

Por  / Natural News
Traducido por Marian para Periodismo Alternativo
Los pesticidas organofosforados (OP) son algunos de los plaguicidas más utilizados en la agricultura. Básicamente son neurotóxicos, causando problemas neurológicos, trastornos del aprendizaje y del desarrollo, y depresión, e incluso a veces llevan al suicidio.
Sólo para asegurarse de que todo el mundo tiene su parte justa de pesticidas organofosforados neurotóxicos, la EPA estima que unos 15 millones de kilos de pesticidas organofosforados fueron utilizados en 2007. Eso es una fracción del medio billón de kilos de pesticidas utilizados en su mayoría por los grandes agricultores, el 80 por ciento.
Ha habido reducciones en el uso de pesticidas organofosforados, pero la adición de otros pesticidas y herbicidas aplicados en cantidades cada vez mayores ha superado los beneficios positivos de esas reducciones, ya que las prácticas agrícolas convencionales y de OMG demandan cada vez más toxinas para mantener su producción.
Resulta extraño cómo los agricultores orgánicos pueden funcionar sin todo esto.
Pero el grupo de investigación en Ciencias de la Salud de una escuela del Estado de Boise decidió utilizar el grupo de pesticidas OP (organofosforados) como el marcador principal de su investigación para determinar si los alimentos orgánicos ofrecían una diferencia de salud viable.
El enfoque de investigación en Boise
Efectos neurológicos y otros efectos en la salud se han asociado con los residuos OP entre los trabajadores agrícolas, incluyendo el suicidio después de depresión extrema en agricultores chinos. Incluso los niños cuyas madres estaban embarazadas mientras vivían cerca de las granjas en California y recibieron generosas fumigaciones, han mostrado impactos negativos definitivos en las capacidades de aprendizaje y una mayor tendencia hacia los síntomas del TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) y problemas de conducta.
Sin embargo, para este estudio, un profesor asistente y la autora principal Cynthia Curl colaboraron con otros en diferentes lugares y crearon el estudio denominado “Estimación de la exposición a plaguicidas a partir de la Ingesta Dietética y opciones de alimentos orgánicos: El Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA).”
Como el nombre indica, su población de estudio de 4.466 personas formaba parte del grupo MESA existente, al igual que muchos otros estudios amplios emplean grandes grupos de enfermeras cuyos marcadores, hábitos y registros médicos son fácilmente accesibles.
Cynthia y sus colegas utilizaron niveles de dialquilfosfato urinario (DAP) entre los subgrupos dentro del grupo principal y se compararon los niveles entre los grupos con consumo dietético reportado de productos no orgánicos y aquéllos cuyo consumo de productos orgánicos era al menos moderado.
El estudio de Salud de Boise llegó a esta conclusión: la exposición alimentaria a largo plazo a los pesticidas organofosforados se estimó a partir de datos de la ingesta alimentaria, y las estimaciones fueron consistentes con las mediciones de DAP. Un consumo más frecuente de productos orgánicos se asoció con DAP inferiores.
La profesora Curl tiene grandes esperanzas en modificaciones y ampliaciones de este estudio. “El siguiente paso es utilizar estas predicciones de exposición para examinar la relación entre la exposición alimentaria a los pesticidas y los resultados de salud, incluyendo los parámetros neurológicos y cognitivos. Seremos capaces de hacerlo en esta misma población de cerca de 4.500 personas”, dijo.
Y más adelante, la profesora Curl prevé: “Si podemos predecir la exposición a plaguicidas utilizando datos de los cuestionarios dietéticos, entonces podemos ser capaces de entender los posibles efectos en la salud de la exposición alimentaria a los pesticidas sin tener que recoger muestras biológicas de las personas. Eso permitirá que la investigación sobre comida orgánica sea no sólo menos costosa sino también menos invasiva “.
Por ahora, Cynthia recomienda a todos al menos evitar la lista del EWG (Environmental Working Group) Dirty Dozen, que enumera las 12 frutas y verduras más fuertemente fumigadas químicamente que se deben reemplazar por orgánicos. El EWG también tiene una “lista de los quince limpios”, las 15 frutas y verduras menos fumigadas químicamente, lo que indica que es seguro ahorrarse algo por la compra de un aguacate “15 limpio” en vez de un aguacate orgánico.
Usted puede obtener las dos listas en una página PDF aquí: http://static.foodnews.org/pdf/EWG-shoppers-guide.pdf
Fuentes:

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