Aunque creamos que no tenemos nada que perdonar en la vida, merece la pena conocer la energía del perdón y la disposición al cambio que conlleva. Muchas veces la pelea no es contra elementos externos sino contra nosotros mismos y además, nuestra sociedad oculta inconscientemente una gran dosis de amargura y culpa, que el perdón puede sanar y convertir en paz y evolución.
“La única forma de liberarnos es a través del perdón. El perdón entre muchas otras cosas, abre las puestas de la prosperidad. Perdonar nos permite cerrar puertas para que otra mejor y más grande pueda abrirse. Es la posibilidad de empezar de nuevo. Es como volver a cero y, cuando estamos en cero, todo es posible. En cero volvemos a ser niños, abiertos, flexibles y curiosos. Sin rencores, sin preocupaciones, sin expectativas.
Si estás despierto, si sabes quién eres realmente, no tendrás problemas para perdonar y perdonarte. Es más fácil de lo que piensas. No necesitas aprenderlo, ya que NACIMOS SABIENDO PERDONAR; es algo natural en nosotros”
Mabel
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