La imagen de una cámara de seguridad captó cómo una niña china, que iba hablando por el móvil, cayó bajo la superficie de la calle cuando el suelo se abrió al pisar unas baldosas de la acera.

Afortunadamente para ella, un taxista que circulaba por allí se percató de lo ocurrido. El hombre trató de calmarla, avisó a los bomberos y bajó por el agujero de seis metros de profundidad para estar junto a la menor.

Finalmente, los dos pudieron salir sin heridas graves. Al parecer el agua subterránea erosionó el terreno bajo el pavimento que cedió bajo el peso de la niña.