Aelita Andre tendrá una exposición individual en la galería neoyorquina Agora lo cual la convierte en la pintora profesional más joven del mundo; su trabajo con el color ha sorprendido a críticos de arte, galeristas y, por supuesto, a sus familiares.
Coloridamente
extrovertida, Aelita es
una
niña de tan solo
cuatro años que, desde hace
aproximadamente un año,
mantiene una
sorprendente relación con la abstracción
del color. De descendencia rusa,
Aelita Andre ya ha vendido
varias de sus piezas
alrededor del mundo y ha sido comparada (en
una
alusión evidentemente
desmedida) a Jackson Pollock y a Wassily
Kandinsky.
Pero
tal
vez la
clave de su talento
descansa en que esta
niña disfruta
extasiantemente de sus procesos creativos y
cuando se posa
frente a un canvas, su
conciencia
parece florecer a
través de un risueño trance que
la
lleva a conseguir una admirable
interacción con los
colores.
“El arte
de
Aelita es un
antídoto a las cualidades
opresivas de la
expectativa ante la
pintura occidental”
afirma Robert Nelson, crítico
australiano de arte y
profesor de la Universidad de
Monash.
Y
es que en este sentido la inocencia de
Aelita representa una antítesis a la
opulencia y la
neurosis características de
una
buena porción de los
artistas contemporáneos. sin embargo, si
continúan comercializándola e
inflando frivolamente su
talento, lo más probable es
que esa
inocencia termine por esfumarse
en
poco tiempo. Mientras tanto, Aelita expondrá en la Agora gallery de
Nueva
York.
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