Estudio detecta activación de la conciencia colectiva durante la elección mexicana.- El Global Conciousness Project, que mide la manifestación de la conciencia colectiva en eventos globales, efectuó un experimento durante la elección presidencial mexicana del pasado 1 de julio, determinando una focalización positiva de dicha conciencia colectiva en sus instrumentos de medición
El pasado 1 de julio
se celebró la elección presidencial en México bajo
condiciones
de gran expectación. Creyendo observar una especie de capa
psíquica intensamente pululando ante la incertidumbre de
los resultados electorales y
el
deseo ferviente de cambiar el desigual
orden
establecido por el sistema dominante, sugerimos al Dr. Roger Nelson de la
Universidad
de Princeton, director del Global Consciousness Project,
medir la jornada electoral y las horas subsecuentes
para
determinar la posible manifestación tangible de una
“conciencia colectiva”.
El Global Consciousness
Project (GCP) es un esfuerzo que reúne a numerosos científicos, ingenieros,
programadores y artistas con el fin de probar la hipótesis de que la
conciencia global puede medirse y es capaz de hacerse
tangible en el mundo material. Para determinar esto, el GCP, inspirado
por el trabajo de Pierre Teilhard de Chardin
y su idea de la noósfera, ha diseñado un
elegante experimento en el que se reúne información numérica generada por una
serie de
instrumentos, conocidos como EGGs (electrogaigramas), que han sido
distribuidos por diferentes partes del mundo.
Estos instrumentos
generan números aleatoriamente, de manera equivalente a tirar
una moneda cada segundo y registrar todos los resultados. La
tesis
del GCP es que si durante eventos multitudinarios los
números que generan los EGGs varían más
allá
de la mera probabilidad estadística, esto podría significar un
efecto de
concentración de la conciencia colectiva
que afecta
los resultados –un concepto similar al colapso de la
función de
onda provocado por la conciencia del observador.
Los
resultados de la medición del GCP en
el caso de
la elección mexicana, en un parámetro de 24
horas, muestran un efecto “altamente positivo” que “confirma la hipótesis”,
según nos dijo el Dr. Roger Nelson. Esto es, que la conciencia colectiva se
manifestó materialmente en el transcurso de este período
afectando
los resultados generados por los EGGs de tal
manera que la probabilidad de que fueran producidos por el
azar es de
menos
de 1 en un millón (al final del artículo presentamos un
análisis gráfico de los
resultados).
Esto implica que la focalización
de las conciencias
individuales, la suma de todos los
pensamientos, se traduce en una fuerza que tiene un efecto sobre un
instrumento material, transformando el patrón aleatorio de
los generadores de
números. Poéticamente creando una imagen coherente en la mente del
planeta, leída en un “electrogaiagrama”.
Este evento se suma a
cientos de
mediciones positivas anteriores –incluyendo la muerte de
la Princesa Diana y los atentados del
11 de
septiembre del 2001–, la suma de
los cuales sugiere que la conciencia
colectiva es capaz de reaccionar conjuntamente para
crear “un pulso sostenido de orden en el flujo aleatorio de
los números de
nuestros instrumentos”, en palabras de Nelson. Eventos de gran
escala que permiten compartir emociones y pensamientos afines han
demostrado afectar reiteradamente los instrumentos del
GCP, los
cuales operan prácticamente como termómetros de un
“calentamiento psíquico” que no es del todo entendido. “Lo que
imaginamos juntos se manifestará de una forma sutil. Esto significa
que tenemos una enorme, subexplotada (o al menos incontrolada) capacidad de cambiar
el futuro”, afirma el director del Global Consciousness
Project.
Todo esto lo
quisimos traer a colación de lo sucedido en México el pasado
1 de
julio. Vimos en los días previos, y actualmente
todavía, una manifestación elevada de conciencia civil,
particularmente a través de las
redes sociales y de
movimientos de protesta como #YoSoy132. Misma
que en algunos casos se sintió defraudada por lo sucedido en
cuanto los
resultados oficiales de la elección presidencial.
Algunas personas tristemente declaraban que el movimiento no
había servido de nada ya que no había impedido el
regreso
del PRI al poder y la imposición de un
candidato por parte de una televisora, cuya
programación es difícil de argumentar que no va en
detrimento de esta conciencia colectiva. Acaso
a manera de
inspiración –no de consolación– y de
continuación de un esfuerzo vital, evocamos este
experimento que muestra literalmente que la conciencia es capaz de cambiar
la realidad
de las cosas… una
concentración focalizada en unas horas puede afectar la
materia.
De
algún modo la gran moraleja, que incluso cobija a aquellos
detractores que postulan los procesos electorales como una
magna simulación (y si, cada vez se asemejan más a shows mediáticos que
a
desfiles cívicos), es que más allá de las
particularidades del proceso, quizá empezando
por los
propios resultados, lo cierto es que este tipo de
dinámicas que atraen o unifican la atención colectiva, generan
resonancias palpables, medibles, y por lo tanto consecuentes –lo cual nos remite
al fenómeno de las
neuronas espejo.
En síntesis, más allá de ideologías,
preferencias, o de la dirección hacia donde se
canalizaron las frecuencias emocionales
que
depositamos en la reciente jornada electoral, concretamente los
mexicanos generaron un pulso que, de manejarse en forma consciente,
podría
detonar un radical rediseño del escenario en su país.
Recordemos esto
entonces, considerando que si mantenemos esta
conciencia no sólo durante algunos días, sino consistente y congruentemente
durante un período de tiempo mayor, es muy probable
que podamos cambiar significativamente el orden de las
cosas. No sólo ganar “volados” con el poder de nuestra
mente: mover las montañas fosilizadas por
dinosuarios que pesan, como un pasado inescapable, sobre la realidad nacional.
Como lo sugiere una reflexión publicada aquí en las
postrimerías de la jornada
electoral, la elección es todos los días,
y si se quiere operar un cambio sustancial, es necesario cultivar esta
focalización de la conciencia en la
cotidianidad. Todos los momentos se suman y contribuyen
para conformar ese estado de conciencia, individual y
colectivo, que acaba manifestando la realidad que vivimos. Tal vez esta sea la
mejor forma
de asegurarnos de que los
resultados de una elección no van a ser
alterados para favorecer a cierto candidato: alterando minuciosamente, con el
constante concurso de la conciencia colectiva, la
realidad misma sobre la cual se vota.
ANÁLISIS DEL
EXPERIMENTO REALIZADO POR EL GCP EN EL DÍA DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL
MEXICANA
La anterior gráfica
muestra la suma acumulativa de desviaciones del valor
esperado producido por la generación aleatoria de numeros (cumsum)=Z^2-1, como
función
del tiempo. La Z corresponde a cuántas
desviaciones estándares son observadas en una colección de datos.
Esta es elevada al cuadrado y se le resta uno, para alcanzar el “Chisquare”, que
es la distribución probabilística de un cierto numero de
grados de libertad que tienen los
dispositivos (EGGs) para generar números al azar. La desviación
estándar es el cálculo de cuánto se alejan los
resultados de una muestra de datos
respecto al valor esperado.
La curva azul que se
aprecia en la gráfica muesta una probabilidad homogénea del
5% de
que los eventos no sean un mero error
estadístico. En otras palabras, la curva azul
es el modelo de resultados que
definitivamente no son anomalías estadisticas, en una probabilidad del
5%. Los
resultados de los EGGs
difieren de lo esperado (generación al
azar de
numeros) a través del tiempo, mostrando que podrían
estar siendo influenciados por la conciencia colectiva.
La gráfica
compara los
resultados actuales de desviación respecto a resultados
aleatorios (curva roja) con resultados que definitivamente no son aleatorios
(con probabilidad del 5%). Entonces en cuanto más se
acerque la curva roja a la azul, se muestra cuanto más ciertos factores
(posiblemente la conciencia colectiva) están afectando la generación de números
aleatorios para dar un resultado influenciado que se aleja de
la mera aleatorieidad y anomalía estadística, revelando un claro
patrón causal entre los resultados y los
factores considerados en el
experimento.
En conclusión, si
descartamos la posible influencia de una radiación de fondo
o de
algún otro efecto electromagnético, podemos decir que la gráfica muestra como
la votación en Mexico generó significativamente un aumento en la intensidad de un
caudal de
pensamiento colectivo.
[GCP]
Fuente: PIJAMA SURF
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