ROBO DE TECNOLOGIA VIAJES ESPACIALES PODRIA SER LA VERDADERA CAUSA QUE JUSTIFICARIA INVASION A IRAN

El físico Mehran Keshe ha contruido un platillo volante para Irán: la verdadera causa de la pretendida invasión. Aquí pongo dos manifiestos que Hilario ha traducido: 1-Invitación a la paz mundial. 2-El manifiesto de la liberación de tecnología]. Una vez que hemos conocido al fenómeno Keshe, profundizamos en su biografía para conocer que es iraní de nacimiento, aunque vive en Bélgica desde los años 70. Tras desentrañar en el plano teórico el secreto de la gravedad como una fuerza electromagnética, y demostrada su capacidad para “abrir el plasma” y crear campos electromagnéticos, superar la gravedad se convierte en un juego de niños. El físico Keshe afirma haber ayudado a construir un platillo volante a Irán hace ya dos años y, de las declaraciones que más abajo podréis escuchar se deduce que él es el padre del programa espacial iraní, y todo esto la verdadera razón del famoso ataque a Irán. Keshe afirma que en el año 2015 se podrá llegar a la Luna en 24 horas y a Marte, cinco años más tarde, en dos o tres días, siempre protegidos por los campos magnéticos que sabe desarrollar y que permiten a la aeronaves alcanzar velocidades de Mach 40. En la base, el descubrimiento de que en la estructura del átomo hay materia, antimateria y materia oscura, igual que en el Cosmos. En la fenomenal entrevista que os propongo, Keshe afirma haber pasado “exámenes” de sus teorías en universidades en las que le han llegado a afirmar que “el 95% de lo que propone es correcto pero tengo que echar por tierra por el restante 5%”. Luego se enteró de que el profesor había sido sobornado por la industria farmacéutica. Keshe ha conseguido curar cegueras y sacar a personas del coma sin daño pero, una vez más, sus inventos han sido censurados. Señoras, señores, niños y niñas, definitivamente el siglo XXI comienza a finales de año y el que viene, estaremos viviendo ya los prolegómenos de la Nueva Era. Id diciéndole adiós a las facturas de la luz y los aeropuertos (¡toma! ¡toma, ¡toma!, léase como sonoros cortes de manga).