Especialistas de la Universidad de California, en Davis (EE.UU.), aseguran haber desarrollado un sistema de suministro de fármacos a través de nanopartículas en las células malignas del cáncer de vejiga. Podrán llevar el fármaco directamente a las células malignas, sin intoxicar al resto.
Insisten en que su método aumenta mucho la
eficacia del tratamiento. La
sustancia principal que se usa en la quimioterapia para tratar el
cáncer de vejiga es paclitaxel. El mayor problema que
tiene es que no es selectivo: este fármaco afecta a todo el organismo, lo que
suele dar un gran número de efectos secundarios. Por ejemplo, paclitaxel puede
intoxicar excesivamente la médula ósea, lo que reducirá la capacidad de producir
sangre y elevará el riesgo de desarrollarse una infección.
Los
especialistas estadounidenses afirman que su método permite hacer frente a este
problema. Lograron desarrollar unas nanopartículas especiales que penetran en el
interior de las células malignas con el fármaco ‘a bordo’, sin afectar al resto.
Estos transbordadores son orgánicos. Se trata de micelas, un conglomerado de
moléculas que constituye una de las fases de los coloides (un coloide es un
sistema fisicoquímico formado por dos fases: una continua, normalmente fluida, y
otra dispersa en forma de partículas, por lo general sólidas: la espuma de la
cerveza es un sistema coloidal, por ejemplo.). El principio del funcionamiento de los nanotransbordadores es el
mismo por el cual el jabón solubiliza las moléculas insolubles en agua, como las
grasas.
De forma natural
se forman partículas enanas esféricas con un vacío en su centro. Paclitaxel es
una sustancia poco soluble y las micelas, igual que el jabón alrededor de la
grasa, lo ‘envuelven’. De este modo el organismo se queda protegido de la
influencia del fármaco. Para hacer que la medicina llegue a las células
malignas, los especialistas de la Universidad de
California, en Davis, incorporaron en la estructura de las micelas unos péptidos con el motivo LR(S/T).
En las fases anteriores del estudio, habían descubierto que estos pueden ligarse
específicamente con CLL1, una proteína fundamental expresada en las células
madre de la leucemia mielocítica aguda (un tipo de
cáncer producido en los leucocitos, caracterizado por
la rápida proliferación de células anormales).
Con una
‘brújula’ incorporada, las micelas ya no tenían problemas para acertar las
células malignas. Los médicos aseguran que su método les permitió desacelerar
mucho el crecimiento del tumor en el grupo experimental de ratones en
comparación con los animales que fueron sometidos a un
tratamiento convencional. Además, gracias a la actitud
selectiva de las micelas lograron incrementar la dosis del fármaco máxima
permitida en tres veces. Los científicos detallan que aprobaron su técnica en
ratones a quienes habían implantado células muy agresivas de
cáncer de vejiga avanzado de humanos. Detallan que
resultados laboratorios de este tipo dan una mayor relevancia
clínica.
mit.edu
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