El Reino Unido está conmocionado por descubrimiento de que 1.400 menores, mayormente niñas, fueron violentamente acosados sexualmente en la ciudad de Rotherham entre los años 1997-2013 ante la indiferencia de las autoridades locales.
Los menores fueron golpeados, violados incluso en grupo, expuestos a drogas y alcohol y también fueron víctimas del tráfico sexual. Algunos menores tenían tan solo 11 años. Algunos niños fueron bañados con gasolina y amenazados con prenderlos, a otros los obligaban a ver violaciones de otras víctimas bajo las mismas amenazas.
Una de las víctimas contó a la cadena Sky News que fue violada a diario cuando entre sus 12 y 15 años, algunas veces la acosaban hasta cinco violadores a la vez. A pesar de que cuando tenía 13 años lo denunció a la Policía, las violaciones continuaron hasta que su familia se trasladó del Reino Unido. Según ella, regresó a Rotherham cuando tenía 17 años y hasta el día de hoy puede ver a algunos de sus violadores en las calles de la ciudad.
Todos los crímenes reportados tuvieron lugar en un periodo de 16 años. La mayoría sucedió en Rotherham, aunque algunos violadores llegaban de otros lugares del país y también algunas víctimas eran llevadas a otras ciudades. Según una reciente investigación independiente, casi la tercera parte de los casos fue conocida por las agencias de protección del menor, pero tanto la Policía como el Gobierno local los ignoraron. Lo mismo sucedió con dos informes anteriores sobre estos crímenes que vieron la luz en los años 2002 y 2006.
La mayoría de los 29 sospechosos detenidos por estas violaciones son de origen pakistaní. Algo que, según la autora del reporte, la profesora Alexis Jay, es una de las causas de inacción de los políticos y funcionarios locales, que probablemente temían ser acusados de racismo. Otros pensaron que los reportes fueron exagerados, precisamente por la procedencia étnica de los sospechosos. Algunos funcionarios dijeron que tenían “órdenes claras” de sus jefes de ignorar los reportes sobre violaciones.
El martes, unas horas después de la publicación del informe, Roger Stone, cabeza del Consejo Municipal de la ciudad desde el año 2003, dimitió. El Consejo reconoció también a través de su Twitter que “decepcionó” a los jóvenes de la ciudad en el pasado y pidió disculpas.
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