Las autoridades mexicanas ordenaron la verificación de prácticas de fabricación en una planta de la empresa estadounidense de salsa de tomates Heinz, después de que Brasil prohibiera la comercialización de un lote del ketchup por la detección de fragmentos de pelo de roedor.
La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Brasil (Cofepris) ordenó “una visita de verificación de las buenas prácticas de fabricación a la planta de la empresa estadounidense H.J. Heinz en México”, explicaron fuentes de ese organismo, dependiente de la Secretaría de Salud.
Asimismo, la Cofepris solicitó a la empresa “un informe detallado sobre los lotes presumiblemente contaminados que se detectaron en Brasil”, y que precise si el producto fue distribuido en México.
El Gobierno brasileño, a través de su Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, dio a conocer este martes en el Diario Oficial que prohibió la comercialización en todo el país de un lote de salsa ketchup de H.J. Heinz producida en México.
La medida se tomó después de que el Centro de Vigilancia Sanitaria de Sao Paulo ordenara a principios de este mes el retiro del lote en cuestión, a raíz de que una asociación de consumidores denunciara las irregularidades en el producto distribuido en supermercados de la región metropolitana de Sao Paulo.
La existencia de pelos de animales en vidrios de ketchup de la marca Heinz había sido denunciada en febrero por la organización no gubernamental de protección a los consumidores Proteste, en base a pruebas de laboratorio a unidades de la partida 2C30 compradas en un supermercado de la ciudad industrial de Sao Bernardo do Campo en diciembre del año pasado.
En esa oportunidad, la filial brasileña de Heinz informó que “no tuvo la oportunidad de evaluar el producto en pauta ni para avalar la precisión del examen”.
“En base a nuestros rigurosos programas de calidad y seguridad tenemos razones para cuestionar el test y no tenemos ninguna evidencia de problemas de seguridad con el producto. Nuestros procesos productivos son diseñados para asegurar la más alta calidad y seguridad para nuestros consumidores en Brasil”, argumentó la empresa estadounidense en aquel entonces.
La denuncia llevó la estatal Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) a encargar pruebas en un laboratorio oficial, que confirmó el hallazgo.
Al comentar el tema este lunes, Heinz Brasil afirmó en un comunicado que las partidas 2C04 y 2C30 ya no estaban en circulación en el país y aseveró que la empresa “está en total colaboración con la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria para identificar alguna supuesta disconformidad en estas partidas específicas”.
Las sospechas sobre la calidad de su principal producto coinciden con la transferencia del comando de Heinz, que en febrero fue comprada por 28 mil millones de dólares por el grupo de inversión Berkshire Hathaway, del magnate Warren Buffet, y por el fondo brasileño 3G Capital, en un negocio que sería el más grande de la historia en el sector de alimentos.
Tras este negocio, Heinz planea recortar 600 puestos de trabajo en Estados Unidos.
“Nuestra nueva estructura organizacional simplificará, fortalecerá y apalancará la escala global de la compañía, lo que al mismo tiempo permitirá una mayor velocidad para la toma de decisiones, un aumento en la responsabilidad y un crecimiento acelerado”, dijo Michael Mullen, vicepresidente senior en Heinz.
Mullen afirmó que todos los puestos eliminados serán administrativos y dijo que 350 de los despidos se realizarán en Pittsburgh (este de EE.UU.), ciudad que la empresa pretende mantener como base.
De acuerdo con la información publicada en diferentes agencias internacionales, esta noticia pone en duda la calidad de los productos de la marca Heinz, que tendrá que trabajar mucho para limpiar su imagen en Brasil y en los países donde comercializa sus productos.
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