Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Esta conmovedora historia entre un perro tridáctilo y un hombre ruso en silla de ruedas que, tras entrar en contacto con el can, comenzó a dar los primeros pasos hacia la recuperación lo demuestra.
En septiembre de 2012 Nikita, que vive en una de las aldeas de la región de Perm, en los Urales, sufrió un derrame cerebral tras sufrir un accidente en la planta donde trabajaba. El hombre de 32 años entró en coma y estuvo varias semanas al borde de la muerte. Pero logró sobrevivir, aunque se quedó parcialmente paralizado.
Yulia, la novia de Nikita, relató al semanario ruso ‘AiF’, que compró medicamentos caros y la silla de ruedas y hacía todo lo posible para ayudar al hombre en su recuperación.
Un día la joven entró en una asociación local de protección de animales y decidió que los sufrimientos de su novio se los podría aliviar un animal, también discapacitado como el hombre. Yulia llevó a casa a un perro que tenía una fractura crónica de la pata delantera izquierda. Niebla Pelirroja, así bautizaron al can por el color de pelo que tiene.
“El perro se acercó a Nikita. Él quiso acariciar al can pero por falta de coordinación Nikita se cayó. Le ayudé a sentarse en la silla y me asombré al ver cómo él trató de mover la pierna paralizada. Se me llenaron los ojos de lágrimas, no podía hablar, solo gritaba de alegría”, recuerda Yulia el primer encuentro del perro tridáctilo con su novio.
Los médicos que desde el principio no dieron esperanzas, a día de hoy no pueden explicar el fenómeno. “Cada día Nikita se siente mejor. Incluso poco a poco empezó a hablar. Todo esto gracias a nuestro Niebla Pelirroja”, dijo la joven con lágrimas en los ojos.
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