Poder atacar Irán, promover intereses propios en Oriente Próximo, lanzar una destrucción generalizada de la región y lanzar “un enorme desafío a Rusia” son los objetivos de la intervención internacional en Siria, según el analista Adrian Salbuchi.
“Lo que quiere EE.UU. es llegar a Irán, pero a través de Damasco. Primero, tienen que hacer caer a Damasco para concentrar luego todo el fuego contra Irán”, insiste Salbuchi. Las acusaciones contra el Gobierno de Al Assad sobre el uso de gas mortal son absurdas, opina. “En EE.UU. hay una actitud de tolerancia cero hacia los estados auténticamente soberanos que no se alinean a EE.UU. No hay puntos intermedios: o se está con EE.UU. o se está en contra de ellos”, comenta el analista.
Al mismo tiempo, advierte de que una acción militar en Siria podría desembocar en unas consecuencias totalmente imprevisibles. “Siria es un aliado tradicional de Rusia. Si cae Siria, luego cae Irán y luego el ataque va directamente contra Rusia, con lo cual estamos viviendo momentos muy, muy peligrosos. Se está jugando con fuego y el descontrol de esta situación incluso podría derivar en una confrontación entre las potencias occidentales y Rusia y sus aliados de consecuencias absolutamente imprevisibles”, argumenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario