Escrito por Félix Román Negrín Rodríguez
Nuestro planeta tierra el lugar en el que vivimos, está cambiando de manera vertiginosa. La destrucción de gran parte de su ecosistema, la contaminación de los mares producto del vertido de petróleo, así como la alteración del equilibrio ecológico provocado entre otras por empresas capitalistas que sólo buscan el beneficio económico, sin importar los daños y las consecuencias, son la hecatombe de todo lo que viene arrastrándose desde hace décadas.
La falta de oxígeno en el océano producto de esta catástrofe, está alterando la diversidad animal del fondo marino, contribuyendo así a la destrucción del ecosistema.
Fósiles hallados en los fondos marinos, revelan por primera vez que el calentamiento climático producto durante la última desglaciación, ha cambiado la diversidad animal del océano Pacífico. Los resultados sugieren que en la actualidad los efectos del aumento de temperaturas afectarán de la misma manera al ecosistema marino, que tardará mil años en recuperarse.
La magnitud del cambio se puede medir en el porcentaje de variación en algunas de las especies que han aparecido fosilizadas. Los sedimentos en el suelo oceánico indican que en las zonas las comunidades de invertebrados disminuyen abruptamente.
Cuando las concentraciones de oxígenos son bajas, la densidad de estos pequeños animales marinos aumenta gracias a un mayor acceso a los alimentos y a la escasez de competidores invertebrados, y los depredadores. Estos datos demuestran que la diversidad de la fauna oceánica está en parte controlada por la distribución y el consumo de oxígeno.
La desoxigenación oceánica es un proceso predecible dentro del cambio climático producido por las transnacionales capitalistas. En décadas o siglos, la diversidad y abundancia de los ecosistemas del fondo marino, desaparecería y su recuperación tardaría mil años.
El cambio climático oceánico, tiene implicaciones permanentes a escalas de tiempo humanas. El estudio advierte sobre los riesgos catastróficos que tendría el actual calentamiento global provocado por las empresas de rapiña en busca de pingües beneficios.
Es necesario reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Debe de existir un consenso a nivel internacional para despolitizar la ciencia, para así aportar soluciones al cambio climático.
Se prevee que el oxígeno en los océanos disminuya entre un 1% y un 8% para el año 2100.
El riesgo de extinción global a causa del cambio climático y de la contaminación y degradación del medio ambiente, se está acelerando. Sus resultados indican que una de cada seis especies podría extinguirse a finales de este siglo, si el aumento de la temperatura del planeta, y el expolio de las transnacionales mantiene su trayectoria actual. Sudamérica, Australia y Nueva Zelanda, serían las zonas más vulnerables.
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