El total de campesinos del norte paraguayo afectados por la reciente fumigación tóxica hecha por grandes agroexportadores asciende a 175, después de la muerte de dos niñas por igual motivo.
La cifra fue suministrada por las autoridades del Hospital Distrital de Curuguaty y los nuevos pacientes, entre ellos una menor de tres años y una mujer que quedó internada, presentaron los mismos problemas respiratorios, dolores agudos, vómitos y convulsiones registradas en las fallecidas.
Ante la magnitud del problema, el Ministerio de Salud envió un equipo multidisciplinario a la zona para atender a los campesinos de diferentes comunidades que presentaron estos síntomas y tratar de confirmar el daño hecho por las fumigaciones.
Campesinos del departamento realizaron protestas durante el fin de semana y aseguraron que las continuarán a partir del próximo lunes incluso cortando el tránsito de vehículos en vías cercanas.
Ellos reaccionaron así tras la muerte de las niñas, una de seis meses y otra de tres años, porque el dictamen inicial de los galenos fue el de que, a simple vista, habían perdido la vida por problemas respiratorios pero no por intoxicación.
Las comunidades protestantes y la Federación Nacional Campesina reclamaron una investigación seria sobre lo sucedido ya que se repiten las afectaciones causadas por las sustancias utilizadas como componentes de los agroquímicos y la violación de reglas de protección del campesinado.
Los latifundistas de los departamentos norteños ignoran las disposiciones que prohíben el uso de esos agrotóxicos, vendidos casi todos por la transnacional Monsanto, cerca de asentamientos y poblados así como de caminos y carreteras dado el alto peligro representado para las personas.
Otros casos de muertes, así como de abortos indeseados y malformaciones en nacidos en la región, además de diversas enfermedades, fueron denunciados en el pasado por agrupaciones campesinas y por especialistas que rechazan ese tipo de fumigación.
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