Los israelitas no cruzaron el Mar Rojo, los mandamientos no son 10, sino 12, el maná no llovió del cielo, la ballena de Jonás no existió, los Reyes Magos no eran reyes ni magos ni tres, Jesús no nació el 25 de diciembre ni murió a los 33 años, y San Pablo no se cayó del caballo camino de Damasco, la Biblia está llena de este tipo de relatos fantasticos de ciencia-ficcion.
JESÚS NO NACIÓ EL 25 DE DICIEMBRE.
Tampoco nació de noche ni en el año I de nuestro calendario, sino entre el año 5 y el 7 antes de la era cristiana. El error se debe a un monje del siglo VI, Dionisio el Exiguo, que se equivocó a la hora de confeccionar nuestro calendario.
Tampoco nació de noche ni en el año I de nuestro calendario, sino entre el año 5 y el 7 antes de la era cristiana. El error se debe a un monje del siglo VI, Dionisio el Exiguo, que se equivocó a la hora de confeccionar nuestro calendario.
NI PABLO CAYÓ DEL CABALLO.
Los Evangelios y la tradición cristiana también recogen historias edificantes pero falsas sobre los apóstoles. Por ejemplo, que Pablo cayese del caballo, cuando iba camino de Damasco para perseguir a los cristianos de aquella ciudad sólo es verdad en los cuadros de Caravaggio. Es una simple escenificación de la súbita conversión del apóstol de los gentiles.
Los Evangelios y la tradición cristiana también recogen historias edificantes pero falsas sobre los apóstoles. Por ejemplo, que Pablo cayese del caballo, cuando iba camino de Damasco para perseguir a los cristianos de aquella ciudad sólo es verdad en los cuadros de Caravaggio. Es una simple escenificación de la súbita conversión del apóstol de los gentiles.
NI PEDRO NEGÓ TRES VECES
Pedro no negó a Jesús las tres veces famosas, al final de las cuales cantó el gallo. Ni Pedro negó ni el gallo cantó. Su historia pretendía ejemplarizar la desbandada de los apóstoles, convencidos de que el Reino de Dios se iba a instaurar por la fuerza de los ángeles e incapaces de aceptar la cruz.
Pedro no negó a Jesús las tres veces famosas, al final de las cuales cantó el gallo. Ni Pedro negó ni el gallo cantó. Su historia pretendía ejemplarizar la desbandada de los apóstoles, convencidos de que el Reino de Dios se iba a instaurar por la fuerza de los ángeles e incapaces de aceptar la cruz.
...DEL MANÁ A LA RESINA.
El maná que Dios envió a su pueblo para saciar su hambre en el desierto no es ningún alimento milagroso, sino una sustancia resinosa que, con un poco de paciencia, todavía puede encontrarse hoy en ciertos arbustos de la zona del Sinaí.Cuando hay hambre, no hay pan duro.
El maná que Dios envió a su pueblo para saciar su hambre en el desierto no es ningún alimento milagroso, sino una sustancia resinosa que, con un poco de paciencia, todavía puede encontrarse hoy en ciertos arbustos de la zona del Sinaí.Cuando hay hambre, no hay pan duro.
DEL ARCA AL SUBMARINO DE NOÉ.
El Arca que Dios mandó construir a Noé, para salvar a su familia y a una pareja de todos los animales de la Tierra, no era una nave, sino, más bien, una especie de submarino o sumergible. Porque el diluvio no fue un diluvio, sino una especie de emparedado de agua: el océano celeste se precipitó hacia abajo para encontrarse con el mar primordial.Y Noé, atrapado en medio con su misión divina a cuestas.
DEL MAR ROJO A LOS LAGOS AMARGOS.
Los hebreos no atravesaron el Mar Rojo perseguidos por las huestes del faraón gracias al cayado de Moisés como muestran las famosas escenas de la película de Cecil B. De Mille.
Cruzaron de manera bastante más prosaica por una zona conocida como los Lagos Amargos o el Mar de los Juncos, de fondo poco profundo y cuando la marea estaba baja.
NI TROMPETAS DE JERICÓ.
Las murallas de la ciudad de Jericó no se derrumbaron ante las trompetas de los judíos. En la época del Éxodo no existía ya la ciudad, ni siquiera sus murallas.
Las murallas de la ciudad de Jericó no se derrumbaron ante las trompetas de los judíos. En la época del Éxodo no existía ya la ciudad, ni siquiera sus murallas.
NI BALLENA DE JONÁS.
Tampoco el profeta Jonás no fue tragado por una ballena en la que viajó hasta Nínive para advertir a los ninivitas de la cólera de Dios. Se trata de una simple figura literaria, por la que una persona normal, después de un tiempo de reflexión, y tocado por Dios, pasa a convertirse en profeta que arrostra cualquier peligro.
Tampoco el profeta Jonás no fue tragado por una ballena en la que viajó hasta Nínive para advertir a los ninivitas de la cólera de Dios. Se trata de una simple figura literaria, por la que una persona normal, después de un tiempo de reflexión, y tocado por Dios, pasa a convertirse en profeta que arrostra cualquier peligro.
DEL CARPINTERO AL ALBAÑIL SAN JOSÉ.
Millones de católicos están convencidos de que San José, el padre putativo de Jesús, era un anciano carpintero que se casó con María cuando ya era muy mayor. Nada de eso. José era una especie de técnico en construcción con una buena posición social y se casó entre los 18 y los 25 años con María.
UN PORTAL SIN REYES, NI ESTRELLA NI ASNO.
Los Reyes Magos no eran reyes, ni magos ni tres. De hecho, no está demostrado que hayan existido, aunque sigan haciendo las delicias de los niños del mundo.
Además, ninguna estrella les guió hasta el portal de Belén, donde, por supuesto, nadie encontró nada: ni buey ni asno para dar calor al recién nacido. Su historia sólo se refleja en los Evangelios apócrifos y no es más que eso: una historieta sagrada
UN PORTAL SIN REYES, NI ESTRELLA NI ASNO.
Los Reyes Magos no eran reyes, ni magos ni tres. De hecho, no está demostrado que hayan existido, aunque sigan haciendo las delicias de los niños del mundo.
Además, ninguna estrella les guió hasta el portal de Belén, donde, por supuesto, nadie encontró nada: ni buey ni asno para dar calor al recién nacido. Su historia sólo se refleja en los Evangelios apócrifos y no es más que eso: una historieta sagrada
«Treinta y tres, la edad de Cristo menos un mes», dice el refrán católico. No es cierto. Está probado que Jesús de Nazaret fue crucificado el 7 de abril del año 30 y tenía entre 36 y 37 años.
Y también se sabe que, en contra de lo que sostienen todos los via crucis del mundo, no cayó tres veces camino del Calvario, la Verónica no secó su rostro y, posiblemente, estuviese desnudo al ser crucificado. Además, su aspecto físico no era el que reflejan las estampitas y la iconografía más clásica.Era un judío más bien normal.
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