Víctimas de abuso sexual cometido por el clero de Australia, junto a personas que se solidarizan con ellas, han exigido este martes la expulsión de un cardenal australiano de la Iglesia católica.
El cardenal George Pell, que fue objeto de una investigación, lanzada por el gobierno del Estado de Victoria (en el sur de Australia), admitió el lunes haber encubierto durante décadas abusos sexuales contra niños cometidos por sacerdotes pedófilos.
En su intervención en la sesión final de la comisión del Estado de Victoria a cargo de investigar casos de pederastia cometidos en instituciones religiosas o privadas, Pell expresó sus disculpas a las víctimas y se mostró arrepentido por haber ocultado los abusos de curas pedófilos.
“La principal motivación era mantener la reputación de la iglesia (…) había miedo a un escándalo”, se excusó el cardenal Pell, actualmente arzobispo de Sídney.
Una de las víctimas, Stephen Woods, quien fue violado a la edad de 14 años por un sacerdote australiano, expresó que había quedado sorprendido por los comentarios de Pell.
“La poca atención a las víctimas que él mostró, pone en relieve la falta de conciencia respecto al asunto”, sostuvo Woods para luego insistir que Pell debe renunciar, pues “su época ha terminado”.
La Iglesia católica en Victoria reconoció el pasado septiembre el registro 620 casos de pederastia, cometidos por sacerdotes desde la década de 1930.
Desde hace varios años, la Iglesia católica se ha visto envuelta en una serie de escándalos de pedofilia en Austria, Bélgica, Irlanda, Alemania y Estados Unidos, entre otros países.
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