martes, 21 de mayo de 2013

El agua antigua de Ontario y la juventud del planeta

Científicos canadienses descubrieron en la provincia de Ontario agua que habría estado corriendo por la Tierra hace más de dos mil millones de años.

                                                Foto: EPA
Hoy son minuciosamente analizadas las muestras extraídas de una mina profunda pues podrían contener restos de bacterias. Los investigadores estiman que lugares similares podrían encontrarse también en Marte de los tiempos cuando todo el planeta rojo estaba tapado por un océano hace millones de años.

Un grupo de científicos canadienses y británicos descendieron hasta una mina de cobre y de cinc de la ciudad canadiense de Timmins de la provincia de Ontario. Allí, a una profundidad de unos dos mil metros se toparon con estructuras de lava, parecidas a las emisiones de un volcán submarino. Luego de cavar pequeños orificios comenzó a fluir agua de ellos, la que juntaron rápidamente sin permitir que entrara en contacto con la atmósfera de la mina. Los resultados de los análisis causaron perplejidad: ¡la edad de las muestras oscila entre los mil quinientos y los dos mil seiscientos millones de años!

Los geólogos rusos entienden los sentimientos de sus colegas. Y es que también tuvieron la posibilidad de tomar contacto con muestras de agua antigua, emparedada en las denominadas concreciones o nódulos minerales englobados, explicaba Yuri Gavrilov, jefe de laboratorio del Instituto de Geología de la Academia Nacional de Ciencias:

—Personalmente recuerdo cuando rompí una concreción de esas, y de su interior se filtró agua. Y ante mis ojos se evaporó esa agua de millones de años. Fue tan horriblemente lamentable que no pudiese de inmediato captarla.

El agua cegada pudo quedar allí de un océano antiguo, pero no solo. Pues, pudo haberse formado a una gran profundidad como resultado de la oxidación del hidrógeno, que junto con el metano se ha filtrado hasta la superficie desde el núcleo terrestre. Sin embargo, el contenido elevado de hidrógeno y de metano, descubierto en estas muestras indicaría que tal medio ácueo fue propicio para la vida primitiva, señala Vladímir Syvorotkin, doctor en Geología y Mineralogía de la Universidad Lomonosov de Moscú:

—Lo más probable es que la vida se gestara en tales corrientes de hidrógeno y de metano del lecho de los océanos, que existe en las cordilleras de estos. El académico Alexéi Marakushev, mi maestro, creó una concepción de la gestación de la vida en la Tierra en los lugares de escapes de los gases de hidrocarburos, de los flujos. Ella puede estar generándose allí hasta ahora.

Los científicos que bajaron hasta la min a canadiense admiten que en Marte hay condiciones parecidas para la conservación de bacterias, si ellas existieron por cierto alguna vez allí. La composición mineral del planeta rojo es muy parecida a la terrestre. Se considera casi demostrado que allí existió antes una potente envoltura de agua. Sin embargo, esto dista de ser todo, advierte Vladímir Syvorotkin:

—Nos orientamos a las condiciones terrestres y afirmamos que lo más probable es que aquí la vida se gestara en el lecho de los océanos. Allí donde afloran corrientes de vapor hidrotermales se registra la síntesis de formaciones altamente moleculares. La química ha mostrado que ello es posible. En Marte es todo muy parecido. Pero el agua no es suficiente. Debe crearse un ecosistema embrionario. Una presión determinada del agua, salinidad. Nadie sabe si existió algo así en Marte. Es una tarea que rebasa los marcos de las nociones científicas contemporáneas.

Los interlocutores de nuestra emisora dudan un tanto que la edad del agua canadiense sea de un par de miles de millones de años (determinada por la correlación de isótopos de cuatro gases inertes disueltos en agua). Pero no está descartado que esto sea así. En la Tierra no hubo dos mil millones de años de vida multicelular, y “reinaban” tan solo las bacterias. De ahí que los científicos se empeñan en encontrar ahora sus vestigios en las muestras de agua. De resultar, podrían ser extraídos microbios y multiplicados, lo que serviría para desentrañar innumerables misterios, relacionados con el período de la juventud de nuestro planeta.

sb/mo
Borís Pávlishev

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