Los periodistas estadounidenses Richard Buskin y Jay Margolis, presentarán este 3 de junio el libro titulado: “Los periodistas estadounidenses Richard Buskin y Jay Margolis, presentarán este 3 de junio el libro titulado: “Marilyn Monroe: A case for Murder”, en el sostienen que la bella actriz fue asesinada de manera violenta por órdenes de Robert Kennedy, hermano de John F. Kennedy.; descartando así la versión oficial del suicidio.: A case for Murder”, en el sostienen que la bella actriz fue asesinada de manera violenta por órdenes de Robert Kennedy, hermano de John F. Kennedy.; descartando así la versión oficial del suicidio.
MUERTE SALVAJE E INYECCIÓN MORTAL
Según Buskin, el asesinato de Marily fue una acción sumamente salvaje y violenta llevada a cabo por varias personas de confianza, no solo de los Kennedy sino también del propio entorno de la actriz de los años cincuenta.
Cuenta el libro que el 4 de agosto de 1962, Bobby Kennedy, junto con su cuñado, el actor Peter Lawford, y varios miembros del llamado Escuadrón de Gángsters de la Policía de Los Angeles, un grupo irregular formado por mafiosos, fueron a “visitar” a Marilyn Monroe, para que dejara en paz tanto a su hermano como a él.
Los periodistas señalan que fue entonces cuando la actriz tuvo un ataque de rabia, y que intentó atacar con un cuchillo a Robert Kennedy. Fue entonces que Bobby pidió a sus acompañantes que le inyectaran a la actriz Nembutal y que llamaran al psiquiatra de Marilyn, Ralph Greenson, para que se haga “cargo de ella”.
A pesar de la inyección de Nembutal, la actriz continuaba consciente y amenazando a Kennedy que revelaría todo el triángulo amoroso a la prensa, fue entonces cuando Bobby ordenó a los miembros del Escuadrón de Gángster un ataque mucho más violento. Según narra el libro, éste pidió a sus acompañantes, que trituraran varias docenas de pastillas de Nembutal, y luego de desnudar a la fuerza a la actriz, le introdujeron los restos de las pastillas por el ano (según la autopsia que se le realizó, Marilyn habría muerto debido a un enema vía rectal, por donde habría ingresado las pastillas que le provocaron la muerte).
Fue tal el salvajismo de Bobby, que era imposible que ella callara esta agresión por parte del fiscal general de los Estados Unidos. Fue en ese momento cuando llegó Greenson, quien al ver que la actriz estaba recuperando la conciencia, abrió su maletín y sacó una jeringa con una aguja de unos 30 centímetros.
Buskin cuenta lo que pasó después:
“(Greenson) Extrajo un líquido de una botella que tenía una tapa de goma y llenó la jeringuilla. Tanteó por entre las costillas como un aficionado. Entonces empujó la jeringuilla en el pecho de ella. Pero no lo hizo bien. Quedó clavada en el hueso, en una costilla. En vez de intentarlo de nuevo, empujó, con su cara en tensión por el esfuerzo físico de empujar. Empujó muy fuerte hasta que la aguja traspasó la costilla, con un chasquido cuando se rompió el hueso”, sostiene el periodista.
En el libro, Buskin y Margolis explican su teoría sobre cómo pudo ser que ninguna de las maniobras y la mala praxis en la escena de la muerte de Marilyn no aparecieran en la autopsia “oficial”. Y recoge un testimonio de 1985 de la ex ama de llaves de la rubia, Eunice Miller, donde cuenta -sin saber que estaba siendo grabada- que cuando llegaron los servicios de emergencia de Los Ángeles, Marilyn estaba aún con vida.
Fuente: Expedienteoculto
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