Los especialistas rusos han ideado cómo abaratar al máximo la construcción de tales centrales y su lanzamiento al espacio. En lugar de las sólidas plataformas de decenas de miles de toneladas, se propone una construcción sin carcasa de finísima película con paneles solares flexibles. Su grosor es de solo doce micrones. Todo este gigantesco lienzo se coloca antes del lanzamiento en una cápsula relativamente pequeña y en el espacio se despliega en forma plana y mantiene la forma merced a un giro lento.
En Rusia se han instrumentado tecnologías únicas de despliegue de construcciones de película y asimismo otro componente indispensable para la central eléctrica solar extraterrestre: los láseres de fibra óptica. Tal central está siendo diseñada por el Instituto matriz de Investigaciones Científicas en construcción de maquinaria de Roscosmos.
La Voz de Rusia diálogo con su científico jefe de dicho instituto, Vitali Mélnikov:
—Explíquenos, por favor: ¿el proyecto existe en el instituto solo en forma de idea o ya es una tarea planteada?
—En forma de idea. Nuestro instituto es de investigaciones científicas. Debe entregar aquello que, en general, no existe en el mundo, o algo que sea lo más perfecto. Todas las novedades se reúnen, se discurren, se hacen propuestas y se informa a la dirección. En adelante, el programa espera su tiempo.
—Concrétenos un aspecto técnico: ¿se tienen previstas las proporciones que tendrá la variante original de la central?
—La potencia de la central debe medirse en gigavatios. Pero debe precederle un prototipo de demostración de cien kilovatios, que nos servirá para aprender y pasar todas las fases técnicas de la elaboración, para después hacer construcciones considerablemente mayores. La variante de demostración representará en sí un satélite con panel solar y un equipo láser, que transmitirá energía a un aerostato atado, del cual la energía irá por cable a la Tierra.
—¿A qué órbita será lanzada la estación?
—La mejor órbita es la geoestacionaria. La central penderá sobre un punto concreto y transmitirá energía a donde hace falta.
—Si la central representará en sí una delgada película, ¿pues cómo fijar en ella la gran cantidad de fibras ópticas, cómo se sostendrán?
—Las fibras ópticas que tenemos son un logro ruso. Cuando hablan de superconductividad, se imaginan que un cable de cobre transmitirá energía mil veces mejor. ¿Pero por qué debe ser metálico? Por nuestra fibra de doscientos micrones de diámetro, o sea el grosor de una hoja de afeitar, se transmiten cincuenta kilovatios de energía. ¡Acaso no se trata de superconductividad! Es treinta veces más que la que se transmite por el cobre. Pues tal filamento, como un cabello, pasa por toda la central y no es difícil fijarlo en la película.
—A su parecer, ¿cuándo se podrá organizar el lanzamiento al espacio del proyecto piloto de la central de una superficie de varios miles de metros cuadrados?
—La variante piloto podrá construirse para los años 2015-2017.
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