Un nuevo estudio ha divulgado la razón por la que las abejas abandonan misteriosamente sus colonias durante el invierno.
El estudio, realizado por la Universidad de Harvard, se centra en dos tipos de neonicotinoides, el imidacloprid y la clotianidina, dos de las tres variantes de pesticidas empleados en el cultivo de plantas y cereales prohibidos en la Unión Europea (UE) desde el pasado diciembre por ser perjudiciales para las abejas.
Los investigadores de esa universidad estudiaron la salud de 18 colonias de abejas en tres ubicaciones diferentes entre octubre de 2012 y abril de 2013 y, en cada grupo de seis colmenas, los científicos trataron dos colonias con imidacloprid, otras dos con clotianidina y dejaron dos restantes sin tratamiento (grupo control).
Con la llegada del invierno, el tamaño de todas las colonias de abejas disminuyó, pero desde enero de 2013, las poblaciones del grupo de control empezaron a recuperarse, tal y como se esperaba, mientras que las de las colmenas tratadas con neonicotinoides siguieron descendiendo.
Desde 2006 se han producido significativas pérdidas de abejas por “el trastorno del colapso de las colonias” (CCD, en inglés), un problema que ha provocado la preocupación de los científicos por la importancia de la polinización que realizan estos insectos.
“Hemos demostrado la conexión entre los neonicotinoides y el CCD. Futuras investigaciones podrían ayudar a verter luz sobre el mecanismo biológico (…) que causa el CCD”, concluyó el autor del estudio, Chensheng Lu, quien expresó su esperanza en que “sea posible invertir la tendencia”.
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