sábado, 26 de octubre de 2013

Transgénicos en Sudáfrica: hechos en una ojeada

En Sudáfrica, bajo el Acta de Organismos Modificados Genéticamente de 1997, a las compañías que desarrollaban esa tecnología se les permitía pasar un proceso de aplicación. El primer cultivo aprobado fue el algodón y maíz de Monsanto en 1997 (resistente a insectos), seguido por otros tipos de algodón y maíz en 2000 y 2002 (tolerantes a los herbicidas) y una variedad de soja en 2001 (tolerantes a los herbicidas).

Sygenta, otra compañía de biotecnología, entró al mercado sudafricano con un tipo de maíz en 2003, y de dos otras variedades en 2010. Monsanto ha lanzado seis variedades de algodón y maíz a lo largo de 2010, mientras que el productor – GM Pioneer introdujo un tipo de maíz en 2012.
Antes de eso, la importación de productos biotecnológicos estaba regulada desde 1983 por el Acta de Plagas Agrícolas.
A la mayoría de las compañías de cosechas genéticamente modificadas se les da permiso para cultivar. A algunos se les ha negado. Por ejemplo, un tipo de papa fue rechazado hace varios años.
“Finqueros a pequeña escala, para quien este producto fue desarrollado en el primer lugar, parecen estar más preocupados en otros problemas, como la escasez de agua, el pobre acceso a la tierra y los roedores”, dijo Julian Jaftha, presidente del concejo ejecutivo para Organismos Genéticamente Modificado en Sudáfrica, de acuerdo a All África. “Basado en estas y otras razones, hemos rechazado la aplicación”.
Etiquetado
Todos los productos que contienen ingredientes y componentes genéticamente modificados son obligados a ser etiquetados desde 2008, pero los defensores del etiquetaje y los miembros del gobierno critican enormes lagunas.
El Ministerio de Comercio e Industria retocó recientemente el lenguaje de la ley para claramente ordenar que todos los productos con ingredientes que contengan al menos un 5% material genéticamente modificado, aunque sea importada, deben ser rotulados “de una manera visible, legible fácilmente en manera y tamaño”.
Si es “científicamente imposible o no es factible probar los productos” entonces las empresas deben poner una etiqueta similar indicando que “puede contener ingredientes o componentes genéticamente modificados”.
La actualización del proyecto aún no se convierte en ley, y el Ministerio no pudo decir cuándo sería.
Expansión
En 2012, Sudáfrica era el octavo cultivador de cosechas de biotecnología con 2,9 millones de hectáreas, según el Servicio Internacional para la Adquisición de las Aplicaciones Agro-biotecnológicas.

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