Una mujer en Australia ha perdido la vista de un ojo después de que un agente policial le disparara con una pistola eléctrica en los alrededores de su vivienda.
Todavía se desconocen los detalles del incidente, pero algunos medios subrayan que Sheila Oakley se encontraba ebria cuando la Policía fue a su casa, en la localidad de Logan, al sur de Brisbane, el pasado 6 de febrero.
De acuerdo con los agentes, la mujer se mostró muy agresiva y blandía en su mano una pata de mesa con clavos que sobresalían. Sin embargo, los vecinos afirman que no hubo ninguna advertencia antes de que uno de los policías le disparara a la mujer, de 36 años de edad, con una pistola eléctrica.
Ese tipo de arma dispara agujas que administran una descarga eléctrica a través de un cable y una de esas púas fue a clavarse en el ojo de la mujer, que ese mismo día tuvo que ser operada. Los doctores extrajeron la púa metálica. Sin embargo, Sheila ha perdido la vista de ese ojo.
La agonía fue tal que Sheila se puso a gritarle al policía: “El ‘táser’ está en mi ojo, el ‘táser’ está en mi ojo”, según contó su hermana a la cadena australiana ABC.
Cuando la ambulancia llegó al lugar de los hechos, el agente que disparó contra la mujer trató de hablar con ella y pedirle disculpas, pero el daño que causó no pudo ser reparado.
“Les separaba una distancia de entre cinco y siete metros, no creo que fuera necesario usar ese arma”, lamentó uno de los vecinos, citado por el diario ‘The Guardian’.
Las directrices sobre el uso de esta pistola de aturdimiento del Servicio de Policía advierten del peligro de emplearla contra la cabeza o el cuello de una persona.
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