sábado, 21 de febrero de 2015

Decubren un posible tratamiento capaz de regenerar neuronas en el Parkinson

Por el momento, las enfermedades neurodegenerativas siguen siendo uno de los talones de Aquiles de la medicina actual. Sabemos bastante sobre ellas, en comparación a hace una década, pero seguimos sin tener los medios adecuados para evitarlas, tratarlas o retrasarlas, teniendo que conformarnos con los llamados “tratamientos sintomáticos“, que en lenguaje común viene a significar “aguantar el chaparrón lo mejor posible mientras avanza la enfermedad“. 


Una de las enfermedades que se trata así es el Parkinson, pues actualmente lo que intentamos es suplir la necesidad de dopamina, disminuida en esta enfermedad, a base de abastecer al cerebro con este neurotransmisor de forma artificial con fármacos. Pero, aún así, esto es un mero parche con una duración más bien escasa.

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Sin embargo, gracias a una nueva investigación, es posible que hayamos encontrado un método que ataje el problema de raíz, siendo capaz de regenerar las neuronas en el Parkinson, algo buscado desde que se conoce la enfermedad.
Regenerar neuronas en el Parkinson, ¿objetivo conseguido?
regenerar neuronas en el Parkinson
Eso parecen haber logrado los investigadores de la Universidad de Lund y el Instituto Karolinska, cuyo trabajo se ha publicado en el Journal of Clinical Investigation. Según comentan, han intentado aprovechar los propios mecanismos de protección cerebral a su favor, limitando la muerte neuronal y restaurando así la producción de dopamina (si las neuronas fabricantes no mueren, la dopamina puede seguir fabricándose correctamente, evitando la necesidad de introducirla de forma artificial como hacemos hoy en día).
Dicho estudio se ha llevado a cabo en doce pacientes, usando un factor de crecimiento cerebral que se origina de forma natural en nuestro organismo, el factor de crecimiento derivado de plaquetas o PDGF, el cual ya había demostrado en anteriores estudios ser capaz de tener efectos reparativos en neuronas y fibras nerviosas (al menos en animales), y consiguiendo una mejora de las habilidades motoras, típicamente deterioradas en el Parkinson.
Además, por otra parte, los investigadores afirman que la aplicación de este factor de crecimiento no causa efectos secundarios graves irreversibles, y las imágenes cerebrales de los pacientes tras cuatro meses de tratamiento parecen ser muy alentadoras. Según el escáner PET, la cantidad de dopamina no solo permaneció al mismo nivel, sino que incluso aumentó, como bien comenta Genise Paul, autor del estudio, de la Universidad de Lund:
“Los pacientes con enfermedad de Parkinson pierden células nerviosas de forma continua, lo que significa que vemos señales que indican una disminución de dopamina continua. Lo que hemos visto es que los pacientes que recibieron la dosis más alta de PDGF no sufrían la misma disminución que los pacientes tratados con placebo. De hecho, en realidad hemos visto un aumento de señal. Esto indica que es posible que hayamos descubierto como revertir el proceso, algo que obviamente es muy emocionante”
Para que os hagáis una idea, los experimentos con este factor de crecimiento se empezaron con animales hace más de diez años, por lo que estamos en el punto más avanzado tras un ensayo clínico de larga duración. Y, aún así, queda mucho por hacer, pues serán necesarios estudios clínicos con muchos más pacientes y voluntarios sin Parkinson, evaluando los efectos del tratamiento tanto a corto como a largo plazo. Asimismo, los investigadores quieren investigar con detalle los mecanismos subyacentes al complejo proceso de reparación que se inicia tras el uso de este factor de crecimiento.

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