Por Sciencie Daily
Traducido por @dacha1953 para Periodismo Alternativo
Desde 1970, la esperanza de vida en todo el mundo ha aumentado en más de 10 años. Ésta es una buena noticia.
La mala es que cuándo nos encontramos a mediados o a finales de los 20 años, nuestro cerebro comienza a marchitarse porque su volumen y peso comienzan a disminuir; y a medida que esto ocurre comienza a perder algunas de sus capacidades funcionales.
Así que, aunque la gente pueda vivir más tiempo, con los años aparece un mayor riesgo de enfermedades mentales, como la neurodegeneración. Afortunadamente, un nuevo estudio demuestra que la meditación puede minimizar estos riesgos.
Sobre la base de un trabajo anterior que sugería que las personas que meditan presentan menos atrofia -asociada con la edad- del tejido blanco cerebral, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, UCLA, encontró que la meditación parece preservar la materia gris, que es el tejido que contiene las neuronas.
Los científicos estudiaron la asociación entre la edad cronológica y la materia gris. Compararon 50 personas que habían mediado los 50 años con aquellas que todavía no alcanzaban esa edad. Las personas de ambos grupos mostraron pérdida de materia gris a medida que envejecían; pero los encontraron que entre los que meditaban el volumen de materia gris no disminuyó tanto como lo hizo entre los que no lo hacían.
El artículo apareció en la edición en línea de Las fronteras de la Psicología. El Dr. Florian Kurth, coautor del estudio y becario postdoctoral del Centro de Cartografía Cerebral de la UCLA, dijo que los investigadores se sorprendieron por la magnitud de dicha diferencia.
“Esperábamos más bien pequeños efectos localizados en algunas de las regiones del cerebro que habían sido previamente asociadas con la meditación. En esas áreas observamos que un efecto generalizado de la meditación abarcaba amplias regiones a través de todo el cerebro”.
En la medida que los jóvenes envejecen y aumenta la población de edad avanzada, la incidencia del deterioro cognitivo y la demencia se incrementa sustancialmente a la par del envejecimiento del cerebro. En este sentido, parece esencial que las expectativas de vida más largas no vienen a costa de una reducción de la calidad de vida, afirmó la doctora Eileen Lüders, profesor asistente de neurología de la facultad de medicina “David Geffen” de la UCLA.
Cada grupo en estudio estuvo formado por 28 hombres y 22 mujeres en edades comprendidas entre los 24 y los 77 años. Se escanearon los cerebros de los participantes utilizando imágenes de resonancia magnética de alta resolución.
Aunque los investigadores encontraron una correlación negativa entre la materia gris y la edad en ambos grupos de personas -lo que sugiere una pérdida de tejido cerebral con la edad- también encontraron que una gran parte de la materia gris en el cerebro de las personas que meditaban parecía estar mejor conservada.
Los investigadores advirtieron que no se puede establecer una conexión causal directa entre la meditación y la preservación de la materia gris, ya que existen muchos factores en juego, incluyendo el estilo de vida, rasgos de la personalidad y diferencias genéticas.
No obstante, los resultados son prometedores, dijo Lüders.
“Esperamos motivar posteriores investigaciones sobre la mente y el envejecimiento del cerebro. La acumulación de pruebas científicas que indican que la meditación tiene capacidades regenerativas para el cerebro, permitirá una correlación efectiva entre investigación y práctica, no sólo en el marco de un sano envejecimiento, sino también en cuanto al envejecimiento patológico del cerebro.
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