Un inesperado desprendimiento de rocas ocurrida en la localidad Traminer, en la provincia Tirol del Sur, en el norte de Italia, dañó una finca, pero afortunadamente nadie resultó herido.
Las rocas, de gran tamaño, destruyeron todo a su paso, incluida la viña del lugar, dejando un surco profundo en el terreno, informa el diario italiano ‘Il Corriere della Sera’.
Todavía no se sabe qué causó el desprendimiento de las rocas del acantilado de la localidad.
Una de las rocas se detuvo justo frente a la parte habitada de la construcción, que es propiedad de la orden de los Siervos de la Iglesia Católica, y que tiene unos 300 años. La enorme piedra bloqueó la entrada, pero no dañó el monumento arquitectónico.
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