En el marco de la II Cumbre de la Celac que se desarrolla en La Habana, el presidente de Uruguay, José Mujica, se pronunció a favor de una integración histórica de los países de la región “para luchar por ser fuertes” e “influir en el mundo”.
En su intervención, Mujica ha querido referirse a los “problemas de nuestra época”. En este sentido, si bien dijo comprender que cada país, cada región y cada continente tengan una agenda, el presidente uruguayo enfatizó que, al mismo tiempo, existe una agenda global que “ningún país puede revertir”.
“No hay un mundo perfecto, hay un suma y resta. Tenemos que integrarnos por nuestro propio desarrollo, pero el desarrollo no es solo sumar riquezas o aumentar consumo, es la lucha por la felicidad humana”, señaló el líder uruguayo, agregando que la vida “no se puede esclavizar”, “no se debe perder”. “No puede intentarse desarrollo contra la felicidad humana. Eso no sería desarrollo”, subrayó.
Mujica señaló que todos los países tienen responsabilidad con el mundo entero y recalcó que para que los países del continente americano tengan peso mundial “tenemos que juntarnos”. “Nos tenemos que juntar los latinoamericanos para gritar a este mundo de la responsabilidad que hay con la vida”, sugirió.
“La globalización es un hecho que va camino del desastre”
“Por qué despilfarramos tanto por todos lados”, se preguntó Mujica, criticando que en el mundo se gasten miles de millones de dólares en los presupuesto militares. “Ahí están los fondos para las barbaridades que he planteado”, indicó el presidente de Uruguay, que advirtió que si la humanidad sigue pensando en sí misma “la civilización está condenada”.
“La globalización es un hecho que va camino del desastre si no somos capaces de vertebrar un programa de conciencia. Pero hay que entender que la integración necesita aparatos especializados, preocupación permanente, necesita sembrar una cultura”, dijo.
“Tengo absolutamente claro que no se reparte la miseria y nada ha demostrado que tenga más fuerza creadora en este planeta que la economía capitalista que ha revolucionado la historia de la humanidad en tecnología y en ciencia, pero ha significado el acrecentamiento en nuestra cultura del egoísmo y de la pérdida de la fraternidad humana”, reflexionó.
“Es más fuerte la demanda de mercado, la imposición creciente de mercado y confundimos la necesidad de consumir con apañar la necesidad de despilfarrar recursos y energía”, dijo.
La integración, una etapa histórica para luchar por ser fuertes
El líder uruguayo señaló que el problema de lograr una integración en la región “es una etapa histórica para luchar por ser fuertes” e “influir en el mundo” a favor de “defender la vida”. En este sentido, dijo que defender la vida significa poder dejar por el camino “el despilfarro”, “la contaminación”, “las pérdidas de energía”, “la esclavización del tiempo humano”, pero a su vez —señaló— “poder mantener y multiplicar los medios gloriosos que ha traído la ciencia y tecnología a favor de la vida humana”.
Mujica recordó que el hombre no es capaz de enfrentar, por ejemplo, terremotos, motivo suficiente —dijo— para unir recursos si se deja de despilfarrar, así como para ayudar cuando los pueblos lo necesiten. “Pero tenemos que tomar políticas globales. Primero nuestra américa”, subrayó.
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